El Gran Premio de Rusia tuvo drama por todas partes en la zona de cabeza. Dónde no hubo drama fue en la carrera de un Carlos Sainz que sigue tan sólido como siempre y después de Sochi, el español se acerca peligrosamente a la sexta posición en la general de Pierre Gasly, que al volante de un Toro Rosso no debería ser capaz de defenderla. Por otra parte, llega por detrás poco a poco un Alexander Albon que esta vez terminó por delante de Sainz y que buscará superarle en las carreras que quedan esta temporada. Por ahora, Sainz es séptimo en la general después de un GP en el que llegó a rodar tercero en los primeros metros y en el que finalmente acabó en una más que correcta sexta posición. Con un McLaren cada vez mejor, Sainz sigue sacando partido de su monoplaza y dejando buenas sensaciones.
La carrera comenzó de la forma más espectacular posible para un Sainz que arrancó a las mil maravillas y en los primeros metros logró situarse brevemente aunque de forma muy real en tercera posición, superando a los Mercedes. El piloto español se puso inicialmente en paralelo con Hamilton y llegó a la frenada inicialmente por delante del británico, aunque el mejor chasis del equipo de Brackley permitió al cinco veces campeón del mundo atacar la curva más tarde y ‘recuperar’ el tecer puesto. A pesar de todo, Sainz mantenía la cuarta posición por delante de Bottas en un orden que se mantuvo hasta la vuelta 7, cuando el mayor ritmo del finlandés acabó por permitirle dar cuenta del McLaren, que no podía hacer nada para evitar el ataque. Después de la inevitable conclusión, Sainz pasó a ocupar la quinta posición durante buena parte de carrera.
Con los dos Ferrari y los dos Mercedes por delante, Sainz intentó mantener un buen ritmo que le permitiera ser no solo el mejor del resto sino estar por delante del Red Bull de Max Verstappen tanto tiempo como le fuera posible. Poco a poco, el neerlandés se iba acercando hasta que en la vuelta 17 su excompañero de equipo dio cuenta del español gracias a su ritmo de carrera claramente superior y a un movimiento bien calculado. Sainz pasó a ser sexto, posición que aguantó apenas cinco vueltas antes de realizar su parada. Tras cambiar neumáticos volvió a pista en duodécima posición y se mantuvo por delante de Lando Norris tras la parada del británico. Llegado ese punto, el objetivo era claramente aguantar la sexta posición que sí le situaba como el mejor del resto con distinción al ser sexto… que se reconvirtió en quinto con la sorpresa del Gran Premio de Rusia.
Desde el abandono de Vettel hasta prácticamente el final, la carrera de Sainz no tuvo ningún tipo de historia. El español heredó la quinta posición al caer un piloto de cabeza y la mantuvo… hasta la llegada de un Alexander Albon que venía remontando con el Red Bull tras partir desde el carril de boxes. El anglotailandés parece estar especializándose en grandes remontadas, obligado por las exigencias del guión al haber tenido que cambiar propulsores del Red Bull número 23 en varias carreras. Albon llegó desatado después de haber ido adelantando a los demás rivales y con un ritmo claramente superior al del McLaren número 55, parecía difícil que el madrileño pudiera aguantar su puesto den tro del top 5. Como es lógico, al final Albon logró superar a Sainz pero ello no quita que este completara una gran carrera muy sólida, con la recompensa de un sexto puesto… y sobre todo, con la sensación de estar creciendo tanto a nivel de piloto como de equipo.
