Cuando McLaren y Fernando Alonso decidieron acudir el pasado mes de mayo a las 500 Millas de Indianápolis hubo muchos aficionados y periodistas norteamericanos que mostraron su escepticismo acerca de cuánto podía aportar este proyecto a la pretendida internacionalización de la IndyCar. Como mínimo ya está claro que no resta, pues en Francia hay quien se ha animado a participar en la gran carrera de monoplazas en EEUU a rebufo de aquel intento. Hablamos de Calmels Sport.
Francia fue una pieza clave en la construcción de la leyenda de las 500 Millas. No en vano tres de sus ocho primeros vencedores nacieron en aquel país y tanto Peugeot como Delage cuentan con triunfos en el Brickyard. Sin embargo su vínculo contemporaneo se limita a tener pilotos en pista. Hasta ahora, pues Didier Calmels ha decidido embarcarse en un proyecto a tres años que la revista gala AUTOhebdo desveló esta semana en su edición impresa.
Tras abandonar negociaciones con Andretti Autosport y Jean-Éric Vergne ante la sospecha de que esta estructura prefería hablar antes con McLaren, el empresario francés Calmels, antiguo socio de Larrousse en Fórmula 1 y actualmente involucrado en Signatech, estructura puntera en resistencia, ha llegado a un acuerdo con Sam Schmidt para poner un tercer coche que pilotará Tristan Gommendy, que pese a competir en ChampCar carece de experiencia en óvalos.
La intención es que el equipo esté todo el mes de mayo en Indianápolis, participando también en la cita del trazado rutero, y que su proyecto sea cubierto de manera extensa por prensa y televisión francesa. El coste según comentó el máximo responsable a AUTOhebdo es de un millón de euros y no se cierra la puerta a ampliar el programa tras firmar como mínimo participar en las tres próximas ediciones de las 500 Millas de Indianápolis junto a Schmidt, quien de paso no se cierra las puertas de las 24 Horas de Le Mans en un futuro cercano.
Eso sí, habrá que ver cómo aguanta en pie el acuerdo después de que la prensa local de Indianápolis se haya hecho eco en las últimas horas del tenebroso pasado de Didier Calmels: fue condenado a seis años de prisión, de los que cumplió dos, tras asesinar a su esposa en 1989. El hecho de que se considerara un crimen pasional con atenuantes (infidelidad, alcohol) le libró de una pena mayor. Sam Schmidt en persona ya ha salido al paso de la polémica, declarando al Indystar que en todo momento Didier Calmels puso sobre la mesa sus antecedentes, que en todo caso no le han impedido regresar a los circuitos europeos los últimos años.
Foto | Calmels Sport
Via | AUTOhebdo & Indystar
