Aunque hace tiempo que renunciaron a la denominación V8 en su nombre, los Supercars australianos planean seguir empleando esta motorización con la llegada de la nueva fórmula Gen3 que ha sido presentada hace solo unos minutos. Después de la noticia que convulsionaba todo el automovilismo de la isla; con la decisión de General Motors de poner fin a Holden, el fabricante oceánico por excelencia, el campeonato se espera que siga adelante estrechando sus lazos con los vehículos de producción y con la llegada de Chevrolet para plantarle cara a Ford.
Por tanto, se espera que el Gen3 (normativa que entrará en 2022, con los test iniciándose en la primera mitad de 2021) sea una evolución desde el Gen2 actual, con coches con motor V8 en posición delantera y tracción trasera, pero el principal cambio vendrá en materia del chasis de control que se utiliza como base para el desarrollo de todos los modelos. Será una variante más pequeña que el actual, un movimiento estratégico con el que no solo pretenden que se parezcan más los vehículos de competición con los deportivos americanos, sino que también se pretende atraer a más fabricantes ampliando el espectro de modelos que se podrán amoldar a esta nueva normativa.
Además, el Gen3 obligará a que determinados componentes clave de la carrocería, como las puertas, el capó delantero, el techo o las ventanas, guarden las mismas dimensiones que las de los vehículos de serie de los que parten, permitiendo incluso que sean intercambiables directamente con un coche de producción. La decisión obviamente pretende contentar a las marcas, las cuales buscan que esa relación entre carretera y circuito permanezca vigente y que sea incluso más palpable que con la Gen2.
¿Habrá carreras más espectaculares con la Gen3?
Partiendo de la base de que los Supercars siempre han podido presumir de carreras muy bonitas gracias a unos vehículos muy complejos de conducir, con gran resistencia y unas buenas cifras de potencia, la respuesta es que sí. Sin embargo, estos Gen3 a su vez traerán una reducción de carga aerodinámica destacable, de en torno a más del 50% respecto a los niveles actuales (unos 200 kg menos), trabajando además con Dunlop para poder desarrollar un buen neumático que permita en estas condiciones ver careras con mucha acción.
Se le da más trabajo al piloto, no solo en lo que se refiere a domar a la máquina, sino que también tendrá que hacer una mayor gestión de la competición, reduciendo la cantidad de datos y de información a la que pueden acceder, mientras que los costes de adquisición y de mantenimiento se esperan que se reduzcan para así permitir la entrada de un mayor número de equipos. Entre un 30-40% estiman que podrían abaratarse dichos costes, ayudados precisamente por ese cambio en la normativa que estable más lazos entre los automóviles de producción y los que se verán escalando Mount Panorama.
Los componentes que se trasladarán de los coches Gen2 incluyen la caja de cambios transaxle, amortiguadores y suspensión trasera independiente, también clave para la reducción de costes, mientras que se está evaluando la opción de que una empresa contratada pueda producir un motor genérico bajo la marca “Supercars” para ayudar a que nuevos constructores puedan entrar en el campeonato.
Por el momento, los motores seguirán siendo V8 (con intención de que tengan más vida útil y un menor consumo de combustible), pero no se descarta seguir con el mismo camino que la NASCAR o el IMSA con sus LMDh, optando por la hibridación tras haberse desechado la idea del V6 Turbo en el que se estuvo trabajando. Se espera que la relación potencia-peso de los coches se mantenga sin cambios, con una pequeña reducción en la potencia compensada por 100 kg menos de peso.
Estamos encantados de dar la bienvenida a un nuevo diseño de auto de carreras a la pista en 2022. Los coches conservarán su formato de motor V8 característico para garantizar que sean rápidos y ruidosos, pero estarán ‘preparados para ser híbridos’ y se parecerán más a los coches de carretera en los que se basan. Estos son coches de carreras de aspecto increíble que hacen un guiño al Supercar del pasado, prestando tanta atención al diseño y apariencia de los autos como a las nuevas tecnologías – Sean Seamer