La sesión clasificatoria del Gran Premio de Mónaco resultó tan emocionante, desafiante e igualada como suele ser cada año, con algo más de batalla en prácticamente todas las posiciones de lo que se ha visto a lo largo de toda la temporada, siempre que exceptuemos la pole position de Daniel Ricciardo. Una actuación destacable de este sábado fue la de Carlos Sainz, que logró meterse una vez más en la Q3 y aunque no es el primero ni el segundo piloto con motor Renault en parrilla, logró superar a su compañero de equipo y partirá desde una cuarta fila de parrilla que le deja bien situado para tener una buena carrera mañana, siempre que se mantenga alejado de los problemas. El madrileño tendrá tiempo para prepararse desde un octavo puesto que es su mejor posición de partida este 2018.
El Gran Premio de Mónaco es el lugar del calendario donde la sesión clasificatoria es más importante y en ese sentido, Carlos Sainz supo sacar el máximo partido de su coche para obtener una buena posición de partida para el domingo. El español clasificó octavo, justo por detrás de su compatriota Fernando Alonso y por delante de Sergio Pérez, en el grupo hispanohablante de la parrilla, ante un Pierre Gasly que cierra el top 10. El resultado es especialmente interesante para Sainz, pues es el primer Renault R.S.18 en pista gracias a la undécima posición de Nico Hülkenberg. En un circuito como el de Monte Carlo, donde adelantar es prácticamente imposible, la mejor posición de salida de Sainz permite pensar en la posibilidad de que el madrileño complete la carrera por delante en el mundial.
La sesión clasificatoria en si misma no tuvo demasiado misterio, con una Q1 relativamente tranquila, vista desde fuera, para los pilotos de Renault. Aún así, Carlos Sainz explicaba tras bajarse del coche que en el equipo francés no lo habían tenido tan claro y que en ese momento llegaron a pensar que la Q3 estaba fuera de su alcance. Afortunadamente, ambos coches lograron mejorar en la segunda parte de sesión clasificatoria y ello permitió que uno de ellos, el de Sainz, se metiera en la parte final. Lo hizo con una vuelta competitiva que demostró una vez más por qué Renault tiene su fe puesta en un piloto ‘prestado’ por Red Bull que podría estar el año que viene de vuelta… aunque también existe la posibilidad que siga de amarillo en 2019.
De momento, hay que destacar con el material que tiene, algo que hizo en una Q3 competitiva aunque sin grandes momentos brillantes por parte de Sainz, que cada vez más va siendo conocido por ser un piloto cerebral, prudente y poco propenso a los errores más que por una velocidad endiablada. En un trazado como el de Mónaco, donde la precisión es necesaria, puede que esas sean las habilidades perfectas para lograr un buen resultado el sábado y uno aún mejor el domingo. Por ahora, el piloto está satisfecho con el trabajo realizado y aunque con prudencia, espera a ver cómo irá la carrera.
Un buen circuito para hacer una quali tan buena como la que hemos hecho hoy. Nuestros rivales nos han hecho ponernos las pilas y en la Q1 hemos visto que si seguíamos tal y como estábamos, no llegábamos a la Q3. Hemos hecho algunos cambios, una buena vuelta en la Q2. Estoy contento. En la Q3 también tuvimos una muy buena vuelta, acercándonos mucho al Force India y al McLaren, que parecía que estaban lejos. Es un buen sitio en el que dar un golpecito sobre la mesa, pero esto es Mónaco y no está nada hecho. Hay que seguir trabajando, todavía queda mucho por llegar. La salida, imagino que nos la tomaremos todos con calma pero luego en la estrategia pueden pasar muchas cosas; overcuts, undercuts, distintos compuestos… hay que esperar y ver que hacemos. En mi opinión, será una carrera más divertida que el año pasado.