Relativamente tranquilo Gran Premio de Bélgica, a pesar de la movida parrilla de salida a causa de las penalizaciones por cambios de componentes. A pesar de lo esperado, el ritmo de los Red Bull el domingo fue espectacular, batiendo tanto Max Verstappen como Sergio Pérez a un Carlos Sainz que en una carrera en la que salía desde la pole position, nunca pareció candidato a la victoria más allá de los primeros giros. Por su parte, Fernando Alonso protagonizó un momento tenso en un toque con Lewis Hamilton del que se salvó del abandono casi por milagro. El asturiano completó el GP en sexta posición pero fue quinto gracias a una penalización a Charles Leclerc.
Para los pilotos españoles, el Gran Premio de Bélgica suponía una oportunidad de oro a causa del buen rendimiento de ambos y el elevado número de penalizaciones por cambios de componentes de motor. De esta forma, no solo se encontraban Carlos Sainz y Fernando Alonso en primera y tercera posición en parrilla respectivamente, sino que además varios de sus rivales habituales tenían que remontar, de manera que estas posiciones podían bien ser reales al final del Gran Premio. Aunque para ello tendrían que enfrentarse al desafiante Spa-Francorchamps y a todas las sorpresas que este pudiera traer.
En el momento de la salida, los dos pilotos españoles realizaron buenas arrancadas. Sainz mantenía la primera posición con facilidad, mientras Alonso subía al segundo puesto tras dar cuenta de un Pérez que no estuvo muy inspirado. Desafortunadamente, en Les Combes hubo contacto entre Alonso y un agresivo Hamilton que buscaba el segundo puesto. Mientras el británico tuvo que retirarse, el Alpine aguantó bien el golpe y siguió en carrera aunque en cuarta posición. Este orden se mantenía con el coche de seguridad resultante, aunque siempre con la duda de hasta qué punto el coche de Alonso estaba en perfecto estado.
En al vuelta 5 se produjo la resalida y Alonso presionaba a Russell para intentar recuperar su posición en el podio, aunque el británico se defendió con habilidad y eventualmente acabó escapándose del Alpine. En la vuelta 7, Verstappen alcanzó y superó a Alonso sin problemas, relegándole a la quinta posición. El Alpine pronto pasaba por boxes para su cambio de neumáticos, volviendo a pista fuera de los puntos. Por su parte, Sainz realizó su parada en boxes en la vuelta 11, pasando de gomas blandas a medias y volviendo en pista a la sexta posición que se convirtió en quinta al superar a Ricciardo.
Una vez realizadas todas las paradas, Sainz era líder de carrera aunque con una ventaja escuálida sobre un Verstappen con un gran ritmo, lo que acabó con el neerlandés tomando la cabeza de carrera pocos giros después y escapándose en solitario mientras el de Ferrari tenía incluso que defenderse de los ataques del segundo Red Bull, que le superó en la vuelta 21. Acabarían llegando las segundas paradas tanto para Sainz como para Alonso. El primero seguía por detrás de sus rivales, mientras el segundo aprovechaba los neumáticos frescos para completar adelantamientos durante su proceso de ‘remontada’. El asturiano acabó recuperándose hasta la sexta posición.
Las últimas diez vueltas no tuvieron mayor misterio, con Sainz defendiendo el tercer puesto con buen ritmo de los relativamente tímidos intentos de un Russell que no llegó a estar lo suficientemente cerca como para ser una amenaza para el español. Alonso salvó un buen final con una quinta posición (gracias a una penalización de 5 segundos para Leclerc por exceder el límite de velocidad en el pitlane) que sin dejar de ser positiva, sabe a oportunidad perdida con el abandono de Hamilton y los puestos de salida de Verstappen y Leclerc. Ahora, descanso breve antes del siguiente Gran Premio, en Zandvoort la próxima semana.