Suerte dispar para los pilotos españoles en la sesión clasificatoria del Gran Premio de Canadá, con un Carlos Sainz que fue víctima de una Ferrari sorprendentemente poco competitiva que tomó riesgos innecesarios en Q2, lo que acabó con una doble eliminación prematura para los coches de Maranello. Mientras tanto, Fernando Alonso tuvo que conformarse con ser sexto a pesar de tener un ritmo competitivo que le dejó a tan solo dos décimas de la pole position. Sin embargo, su velocidad absoluta y el ritmo en tandas largas hacen que la jornada de mañana tenga ciertas expectativas positivas… con el permiso de la meteorología.
Tras una jornada del viernes extraña en Montreal en la que se vieron pocas conclusiones, el sábado arrancó con unos terceros entrenamientos libres que tampoco acababan de ofrecer demasiada información. Aún con todo, Aston Martin se mostraba competitiva y aunque Fernando Alonso era solo octavo, el ritmo con neumáticos duros era esperanzador. Entre tanto, Carlos Sainz era tan solo duodécimo, aunque realmente en Ferrari había expectativas de estar notablemente más arriba en cuanto llegara la sesión clasificatoria. Por lo menos, siempre que la meteorología respetara las condiciones de seco que se habían visto en los libres 3.
La primera parte de la sesión clasificatoria empezó de forma convencional para los dos pilotos españoles, pero siempre pendientes de una pista que incluso llegada la primera parte de la sesión clasificatoria, iba mejorando vuelta a vuelta. Esto mantenía la tensión hasta que el cronómetro llegó a cero, aunque no llegó a haber tensión para ninguno de ellos. De esta forma, Carlos Sainz finalizó la sesión en octava posición, clasificándose sin problemas para la siguiente parte de sesión, mientras Fernando Alonso era duodécimo, lejos de cabeza pero sin problemas para evitar la primera eliminación.
Con mucha igualdad en tiempos y una pista aún en proceso de seguir mejorando, superar la Q2 era el primer desafío real de la sesión clasificatoria, sobre todo en cuanto los pilotos empezaban a recibir mensajes por radio que les avisaban de la posibilidad de que empezaran a caer las primeras gotas de agua cerca de la caída de la bandera ajedrezada. Esta situación añadía picante a unos últimos minutos de acción de la segunda parte de sesión clasificatoria que tenía sorpresas guardadas para la Fórmula 1. De forma inesperada, los dos Ferrari quedaron fuera de juego, con Sainz duodécimo justo por detrás de su compañero de equipo, mientras Alonso se salvaba por la mínima siendo noveno.
Así, Alonso era el único de los españoles supervivientes en la Q3, con mejores perspectivas quizás de lo que se esperaba y con ganas de intentar acercarse al resultado de la pasada temporada, cuando el asturiano logró colarse en primera fila de parrilla. Tras las primeras vueltas rápidas, el Aston Martin del bicampeón del mundo ocupaba la quinta posición, pero faltaban los intentos definitivos para resolver el orden de parrilla… siempre con un ojo en el amenazante cielo canadiense. Al final, Alonso se conformó con la sexta posición, medio segundo por delante de su compañero de equipo y a tan solo dos décimas de la pole position en una Q3 extremadamente igualada.
Para el domingo, el podio puede ser complicado pero ciertamente no imposible… sobre todo si la lluvia realmente hace acto de presencia mañana.