El Gran Premio de España siempre ha sido un escenario de motivación añadida para los pilotos locales, como suele ocurrir con aquellos que tienen una carrera de casa. Si bien es importante contar con un motivo extra que ayude a dar lo mejor de uno mismo y obtener más décimas, no siempre es eficaz el esfuerzo realizado. Este ha sido el caso de Carlos Sainz, que por primera vez ha quedado por detrás de un compañero de equipo en una sesión de clasificación en el Circuit de Barcelona-Catalunya. El dúo de McLaren ha caído en Q2 en un fin de semana apretado en el que los errores se pagarán caros dentro de la zona de puntos.
Sainz pasó sin sobresaltos la Q1, en la zona media habitual aunque bien situado dentro del top 10 siempre con la vigilancia igualada de la zona media. Sin embargo, en dicha Q1 fue superado por un Lando Norris que hasta ese momento del fin de semana se había mostrado gris y poco efectivo e intentó hacer despegar a un equipo que se mostraba correcto pero no efectivo en la siempre igualada zona media. Parecía que los coches de Woking tenían opciones de pasar a la Q3, escenario en el que solo parecían seguros los Haas.
La Q2 fue la esperada sesión igualada que se preveía en un primer momento y Sainz se puso octavo en la primera tentativa, dónde hasta Charles Leclerc quedó en peligro al montar las gomas blandas en lugar de las superblandas. Sainz se mostró nervioso en el segundo intento y parecía caer poco antes de cometer el error que le condenó en la salida de la curva 12, ya que pisó grava y mantuvo trazada hasta irse largo en la entrada a la chicane y tomar el trazado antiguo. No tuvo tiempo Sainz de intentar una nueva vuelta y quedó 13º, detrás de Norris y del Toro Rosso de Alexander Albon.
«Día difícil, desde libres 3 nos hemos visto atrás con respecto a nuestros rivales. Cuando ha salido el sol me ha sentido menos cómodo con el coche, he perdido mucho el tren trasero en mi vuelta decisiva. Aún no está todo dicho, creemos que el ritmo de carrera es bueno»