Los pilotos españoles se han puesto ya manos a la obra con la primera de las dos carreras del fin de semana del Gran Premio de Qatar en el circuito de Lusail, aunque con muy poco que contar de las primeras 19 vueltas de acción, tras las cuales Carlos Sainz ha finalizado en cuarta posición y Fernando Alonso ha tenido que conformarse con la undécima, fuera del top 10. En ambos casos, los pilotos mantuvieron sus posiciones de parrilla, aunque el proceso para alcanzar el resultado fue distinto para cada uno de ellos.
Desde el punto de vista estratégico, no hubo variación para Sainz y Alonso, optando ambos por el compuesto medio de los tres disponibles, algo razonable pero menos obvio de lo que podría parecer en primera instancia, dada la baja degradación del circuito de Lusail. Sin embargo, el resultado de esta situación acaba siendo el de empujar toda la carrera y no tener que estar pendiente del estado de las gomas, en lugar de optar por un compuesto más blando y cuidarlo por los 19 giros de carrera.
En cuanto a los primeros compases, historias distintas para los dos pilotos españoles. Mientras Sainz realizaba una salida correcta sin más, lo que le llevaba a centrarse en defender su cuarto puesto de los intentos de Charles Leclerc y Lewis Hamilton por desplazarle, Alonso sí conseguía promocionar una posición en los primeros metros, colándose en el top 10. Sin embargo, en un trazado como el qatarí, en el que es complicado superar a los rivales en pista si van con la misma estrategia, realizar mayores cambios iba a ser poco probable.
Y por lo general, así fue. Más allá de una pérdida de posición por parte de Alonso, superado por Magnussen en un espectacular movimiento por el exterior, no hubo ningún otro cambio para los españoles. Así, Carlos Sainz vio la bandera de cuadros en cuarta posición, justo por delante de un Charles Leclerc que sí pudo superar a Lewis Hamilton. Algo más atrás, Fernando Alonso acabó las 19 vueltas de carrera en undécima posición, un resultado decepcionante pero que ilustra la actual situación de Aston Martin, sin mucho por lo que luchar y con toda la atención centrada en el futuro.
