En Estados Unidos, Carlo Sainz realizó un prácticamente inmejorable debut con Renault al firmar un un séptimo puesto en Austin, cuando nadie esperaba que pudiera brillar con tanto fulgor. El español se adaptó a las mil maravillas al R.S.17 y a tenor de lo visto hace siete días, todo estaba listo para que las tres carreras siguientes le mostraran con el mismo nivel. Desafortunadamente, la Fórmula 1 raramente es tan simple y en una temporada 2017 en la que ha pasado de todo, los pilotos se encontraron en México con un nuevo desafío en forma de coches que pierden mucho agarre por el cambio en la presión del aire. De esta forma, Sainz tuvo que readaptarse de nuevo al Renault y aunque en Austin se entendieron bien, sin tanta información sufrió algo más en los entrenamientos. La carrera de México fue otra historia, totalmente para olvidar.
La participación de Carlos Sainz en el Gran Premio de México no duró poco y de hecho llegó a la vuelta 59, abandonando a falta de 12 para el final, siendo además el motivo más la precacución que otra cosa —aunque si era precaución, ello se debía a la mala respuesta de su monoplaza—, pero sus opciones de destacar finalizaron en apenas dos vueltas. El español arrancó bien y llegó a rodar en quinta posición, ayudado por una buena salida y los problemas de Vettel y Hamilton. Parecía que lo tenía todo de cara para volver a destacar en una carrera en la que el podio no estaba ni siquiera tan lejos. El resultado final sería muy distinto, por cuanto el madrileño tuvo que parar a boxes tras apenas dos vueltas por un pinchazo lento. Sin otro remedio, Sainz caía al fondo de la clasificación.
Lo que restó de carrera para Sainz fue un completo desastre, rodando siempre en posiciones coleras y sin ritmo, con unos neumáticos demasiado duros. Eventualmente, Sainz pasó a ocupar la última posición en pista, que mantuvo hasta el momento de su retirada. Por aquel entonces, ya se había visto otros tres abandonos por problemas técnicos en los motores Renault y la caída de la carrera de Sainz fue la confirmación de que algo no se hizo bien en México, a pesar de ser uno de los motores franceses, el que logró la victoria con Verstappen. Tras México, quedan dos carreras en Brasil y Abu Dhabi que deberían ofrecer otros desafíos muy distintos con los que mostrar su talento. Sainz se bajó del coche con una importante decepción, aunque con ganas de seguir peleando por el secto puesto en la general de constructores.
Una pena, porque hemos salido realmente bien. Hemos adelantado varias posiciones y teníamos una oportunidad de puntuar, pero después de las dos primeras vueltas noté algo raro en el coche. Paramos y ahí ya íbamos últimos y con problemas de temperatura, así que no había mucho que hacer. Luego, he perdido el coche en la curva 5. Había muchos restos de piezas en pista, no sé si tuvo algo que ver. Tuvimos todos varios problemas hoy, no fuimos los únicos. Nos retiramos porque notaba algo raro en el volante y el coche se iba hacia un lado en las rectas así que nos retiramos por precaución. Tenemos buenas oportunidades, parece que el coche puede pasar a Q3 en clasificación y hay que seguir apretando porque eso son buenas noticias.
