Terrible inicio de temporada para los pilotos españoles en el Gran Premio de Australia, con una doble retirada que no se producía desde Imola en 2022. Tanto Carlos Sainz como Fernando Alonso terminaron contra el muro de forma violenta, el primero tras el coche de seguridad a las primeras de cambio y el segundo entrando en el último tercio de carrera después de haber ocupado la décima posición durante la práctica totalidad de la prueba. Afortunadamente, los golpes no revistieron en daños personales para los pilotos.
La jornada del sábado vio una sorpresa relativa con los pilotos españoles, con Carlos Sainz colándose en el top 10 con una Williams notablemente más competitiva que en 2024 y el madrileño finalmente en décima posición. Por su parte, Fernando Alonso partía dos puestos más atrás, duodécimo, con un Aston Martin poco a la altura de las circunstancias. Con una pista mojada, ambos optaron por neumáticos intermedios, mientras el abandono de Isack Hadjar, golpeando el muro en la vuelta de formación, llevó a Alonso a ganar un puesto justo antes de la arrancada.
Desafortunadamente, la segunda posición ganada para el asturiano vendría a costa de su compatriota, cuando Sainz sufrió un trompo bajo el periodo de Safety Car causado por el accidente de Jack Doohan. El madrileño circulaba a velocidad reducida entre la penúltima y la última curva, y tras perder el control de su monoplaza, acabó contra el muro. La carrera no tuvo demasiada historia, con un Alonso que estuvo siempre rodando en décima posición, gestionando la continuada presencia de una lluvia ligera que mantenía a los pilotos en pista, sin jugársela con gomas lisas.
Irónicamente, no fue hasta el accidente del propio Fernando Alonso, en la sección rápida del segundo sector, que propició el segundo coche de seguridad, que empezaron a llegar las paradas a boxes para que los pilotos montaran neumáticos lisos. Sin embargo, para aquel entonces, el asturiano estaba fuera de carrera, al igual que Carlos Sainz a las primeras de cambio. De esta forma, la primera carrera de la temporada acabó de la peor manera posible para los pilotos españoles, sin puntuar y sin ni siquiera terminar el Gran Premio de Australia. La próxima semana, otro oportunidad en China.