La igualdad extrema de la zona media es una de las características más bonitas de la Fórmula 1 moderna. Entre cuatro y seis equipos pelean por estar cerca de la zona de puntos, en esa dura lucha entre el séptimo y el decimosexto puesto que suele caracterizar las temporadas de muchos equipos. Toro Rosso es uno de los habitantes perennes de esa zona media y sus pilotos suelen estar bien preparados para las decepciones y para alguna que otra alegría. Carlos Sainz Jr. sabe un poco de este vaivén de emociones y se ha llevado un mal sabor de boca en Shanghái.
El madrileño ha caído en la Q2 del Gran Premio de China, quedándose a apenas 60 milésimas del tiempo de Lance Stroll que le hubiera permitido pasar a la tercera ronda de la clasificación. Sí que ha pasado a la Q3 Daniil Kvyat, en lo que destaca un rendimiento muy favorable del Toro Rosso, diferenciado de las averías de los test de pretemporada. Sainz buscará sumar puntos el domingo, consciente de la máxima igualdad que tiene a su alrededor.
«En la clasificación siempre se intenta ir al límite, buscando todas las capacidades del coche», declaró Sainz a la prensa. «Me ha faltado tracción en algunas zonas del circuito durante la Q2, todo iba mejor en la Q1. Cuando las diferencias son tan mínimas, cada milésima cuenta. Mañana tocará luchar por pescar algún punto y esperar la aparición de la lluvia para escalar posiciones».
La posible lluvia para la carrera garantiza un nuevo desafío para Sainz y el resto de los pilotos. La poca actividad del viernes hace presagiar malos conceptos respecto a la actividad en pista. Cualquier esquema que se salga de lo inicialmente previsto como carrera en seco es una oportunidad para todos los equipos, sin depender de la meteorología. «Ojalá toda la parrilla estuviera tan competitiva como en la zona media, sería la Fórmula 1 más bonita de la historia», concluyó el piloto español.
