El Gran Premio de Hungría trajo un desafío ‘vintage’ para los pilotos de Fórmula 1 con la presencia de la lluvia, suficiente para neumáticos de agua extrema pero no para que dirección de carrera quisiera sacar bandera roja. De esta manera, hubo agua para dar y tomar, usos de distintos neumáticos y estrategias de pilotaje dignas de otros tiempos con una sesión milagrosamente no interrumpida. En estas condiciones, Carlos Sainz destacó más que nunca este 2018 y firmó un fantástico quinto puesto que iguala su mejor resultado en una sesión clasificatoria, alcanzando la cota de aquel ya lejano Gran Premio de España de 2015. Aunque los puntos se reparten el domingo, el importante mensaje a Renault está mandado.
Con la pista mojada al empezar la Q1 de la sesión clasificatoria y la amenaza de lluvia en el horizonte, los primeros minutos de la ‘crono’ fueron de todo menos normales. Sainz tuvo el acierto de ser uno de los primeros pilotos en montar neumáticos lisos mientras los demás aún estaban con los intermedios, permitiendo que el español se metiera rápidamente en zona segura del primer corte. La ausencia de la lluvia y un asfalto que poco a poco se iba secando hicieron que la sesión fuera apretada hasta el final, con mejoras vuelta a vuelta para todos los pilotos. Al final, a pesar del caos final, Sainz pasó sin mayores problemas a la Q2, estando incluso por delante de su compañero de equipo, un Nico Hülkenberg que en condiciones delicadas suele venirse arriba.
La Q2 comenzó con lo que parecía ser una situación más normalizada que en la Q1, pero pronto quedó claro que el clima no tenía las mismas ideas. A mitad de la segunda parte de sesión clasificatoria, la lluvia empezó a caer de forma muy fuerte, complicando la vida para todos los pilotos y forzando que salieran con neumáticos rayados. Aún así, Sainz volvió a mostrarse competitivo, situándose en segunda posición antes de la llegada fuerte de la lluvia. Así, el español se aseguraba el paso a la Q3 mientras Hülkenberg quedaba condenado a quedar eliminado tras problemas a la hora de cargar carburante. Con Alonso fuera también, Sainz era el único español en pasar a la Q3, metiéndose en la pelea por las primeras diez posiciones.
La parte final de la sesión clasificatoria resultó aún más compleja, con la presencia de la lluvia mandando el último desafío del sábado para los hombres de Fórmula 1. En el momento de más agua en pista, los diez primeros clasificados pelearon por abrirse paso entre las aguas de Hungría. Entre ellos, brilló un Carlos Sainz que llegó a ocupar la tercera posición a pocos minutos del final y aunque al término de la Q3 tuvo que ‘conformarse’ con la quinta posición, se trata de un resultado extremadamente positivo que hace que iguale su mejor posición de partida. De esta forma, el madrileño logra su mejor resultado en clasificación desde que es piloto de Renault y saldrá desde la tercera fila de parrilla de salida, optando mañana a sumar un buen bagaje de puntos.
Era importante brillar en unas condiciones difíciles. Es uno de esos mensajes que hay que mandar alguna vez durante el año. Vi cuando se puso a llover que teníamos alguna oportunidad, aunque no había rodado nunca en agua extrema con este coche. Decidí en la Q3 quedarme en pista con neumático de lluvia extrema usado para poder habituarme al coche, entenderlo, conocerlo y luego arriesgarme cuando llegara el momento. Contento, porque salió bien. Parecía que un neumático de lluvia extrema podía degradarse porque el segundo sector estaba muy seco pero la vuelta era tan buena que decidí tirar al máximo. Quizás se podría haber ido algo más rápido con un neumático nuevo, pero creo que en el momento fue una buena decisión.
