En el Gran Premio de México, cuyo regreso es uno de los aciertos de la última década en la Fórmula 1, siempre hay espacio para las sorpresas. Quizá no por la victoria pero sí por los puntos y por los puestos altos. Carlos Sainz fue el piloto más rápido en la tarde de viernes en el Autódromo Hermanos Rodríguez, seguido de cerca por Oscar Piastri, Yuki Tsunoda y Charles Leclerc. Max Verstappen no pudo marcar tiempos y Lando Norris guardó cartas, dando mayor misterio a un peculiar fin de semana
Esta segunda sesión ha sido especial al formar parte del programa de pruebas de Pirelli para 2025. Todos los pilotos usaron las mismas cargas de gasolina para probar configuración de qualy y de carrera y la nueva gama de neumáticos blandos para la próxima temporada, además de permitir a los pilotos que no aparecieron en la primera sesión media hora de rodaje propio; eso aumentó el tiempo de 60 a 90 minutos. Piastri, Sergio Pérez, Valtteri Bottas y Tsunoda abrieron la veda en 1:19 y Sainz bajó a 1:18.2 primero y a 1:17.809 más tarde.
Verstappen se quejó de problemas en los frenos pero quien golpeó el muro fue George Russell, que se accidentó fuertemente al pisar demasiado por dentro el piano de la curva 8 y accidentarse en la 9. 25 minutos de pausa dieron paso a una parte frenética en que todos menos Russell y el dañado Alex Albon quisieron bajar su tiempo. Retomó Verstappen sus problemas mecánicos sin llegar a completar una vuelta entera, mientras los demás iban cada vez más deprisa.
La prolongada longitud anterior acortó los tiempos de permisividad. Norris adelantó a Fernando Alonso y ambos mantuvieron un duelo breve en el siguiente par de curvas. Piastri, Tsunoda y Leclerc se situaron a dos décimas de Sainz, con el resto del pelotón a más de medio segundo del Ferrari. El uso de gomas sin marcar aceleró las incógnitas respecto al rendimiento de los vehículos en el circuito de altura elevada, aunque Kevin Magnussen. Bottas y Liam Lawson se colaron en un top 10 al que los RB vuelven a aspirar muy seriamente.