Domingo de fortunas encontradas para los pilotos españoles en el Gran Premio de México, con un Carlos Sainz que logró finalizar la carrera en una válida cuarta posición a espaldas de su compañero de equipo, esta vez superior a lo largo de todo el fin de semana. Por su parte, Fernando Alonso no acabó la carrera tras una carrera en la que el Aston Martin fue incapaz de entregar a sus pilotos el rendimiento necesario como para seguir peleando en la parte alta de la parrilla.
En la jornada del sábado, la sesión clasificatoria resultó sorprendentemente positiva para Ferrari, permitiendo que Carlos Sainz se hiciera con una inesperada segunda posición a espaldas de su compañero de equipo Charles Leclerc, autor de la pole position. De esta forma, el madrileño partía desde la primera fila mientras Fernando Alonso estaba algo más atrás en una poco emocionante décimo tercera posición que no llamaba al optimismo. Sin embargo, la buena remontada del asturiano en la carrera del Gran Premio de Estados Unidos dejaba la puerta abierta a un buen domingo para él, mientras Sainz tendría como objetivo subirse al podio.
Tanto Sainz como Alonso optaron por partir con neumáticos medios, aunque en el momento de la salida ninguno de los dos tenía una buena arrancada. Sainz era superado por los dos Red Bull, aunque el toque entre Pérez y Leclerc que acabó con el abandono del mexicano permitió que el de Ferrari volviera al tercer puesto. Por su parte, Alonso caída tres posiciones para pasar a ser décimo sexto. La carrera de los españoles tuvo una primera mitad totalmente estable, salvo la obligada defensa de Sainz de los ataques de Hamilton. Eventualmente, el 55 pararía en la vuelta 30, volviendo a pista por detrás del británico, mientras Alonso paraba una vuelta antes y volvía a pista en última posición.
Tras la bandera roja causada por el accidente de Magnussen, el orden en la segunda parrilla de salida situaba a Sainz en cuarta posición y a Alonso en décimo octava y última, ambos partiendo con neumáticos duros. Sainz mantuvo el cuarto puesto a pesar de sus intentos por mejorar, mientras por su parte Alonso subió un puesto gracias al adelantamiento sobre Sargeant. Entre tanto, la pelea por la cuarta posición se convirtió en uno de los principales focos de atención, con Sainz defendiéndose de los ataques de Russell, lo que permitía que Ricciardo se acercara al Mercedes por detrás.
Para Alonso, su carrera acabó en la vuelta 49 cuando el equipo le pidió por radio que se retirara, poniendo punto final a un fin de semana para olvidar. Al final, la carrera llegó a su fin con un Carlos Sainz en cuarta posición, un resultado más que correcto teniendo en cuenta el desarrollo de la carrera y sobre todo puntos importantes tanto para el campeonto de pilotos para Sainz como el de constructores para Ferrari. La próxima semana, el Gran Premio de Brasil recibirá a la categoría reina para el último fin de semana sprint de la temporada 2023.