El primer día de Carlos Sainz en la pretemporada 2018 ha sido pobre. El madrileño solo ha podido realizar 26 vueltas en el Circuit de Barcelona-Catalunya en una jornada lluvioso, que le ha impedido acumular kilómetros en el Renault R.S. 18. «Viento, nubes y frío, parecía que estuviéramos en Finlandia», definió Sainz la situación. «Me han comentado que puede nevar los próximos días, así que si no podemos salir el miércoles sería bueno rodar el viernes y recuperar el rodaje perdido».
Sainz se ha mostrado comedido en su valoración del día, prefiriendo esperar a futuros acontecimientos para saber dónde está el Renault con respecto a los rivales. «El equipo está siendo muy conservador para rodar lo máximo posible, no creo que demos todo nuestro potencial hasta la semana que viene o incluso hasta el GP de Australia. A Hülkenberg el coche le recuerda al del año pasado y a él le gusta, así que eso significa que me puede gustar a mi», explicó.
«El Halo no permite que las gotas traspasen y toquen la visera, un hecho extraño porque genera una incógnita añadida sin impedir la visibilidad», dijo sobre el nuevo dispositivo protector, de prueba sobre un nuevo asfalto en Montmeló. «El nuevo asfalto es muy bueno, ayuda a ir hasta dos segundos más rápido. El circuito es completamente distinto a lo que estábamos acostumbrados y el mayor agarre ayuda a ir más rápido. Será espectacular ver los coches de 2018 con neumáticos más blandos en este nuevo asfalto«.
La fiabilidad también será un aspecto importante para un equipo en crecimiento como el galo, aunque Sainz no se muestra preocupado por ello. «Los híbridos han dado muchos problemas desde 2014, será complicado mantener tres motores durante todo el año; por ahora no me preocupa el hecho de tener que instalar una cuarta unidad de potencia en algún momento», comentó el piloto de Renault.