Carlos Sainz sigue en su rutina diaria de declaraciones y salida a pista. Renault ha alternado mucho el papel del madrileño y de Nico Hülkenberg, pilotos sólidos y con ganas de demostrar su valía en un equipo en alza. El alemán ha efectuado 79 vueltas y el español 69, para un total de 148 que da aún más experiencia y valioso tiempo sobre el asfalto a una escudería que se plantea objetivos más altos que los conseguidos en 2017.
«No vamos mal. Ha sido un día relativamente positivo, sin problemas. Mejoramos tiempos, hemos usado gomas más blandas y el coche mejora. Usar diferentes set-ups hace que me sienta cómodo con el coche y lo conozca mucho mejor», explicó Sainz. «Hice una simulación de carrera con mucho viento y sacamos pocas conclusiones. Hoy hubiese estado bien hacer otra simulación, pero estábamos más centrados en aprender de las piezas nuevas que han llegado, unas piezas que seguiremos probando mañana».
Analizó Sainz los neumáticos de forma útil, explicando incluso posibles diferencias de tiempo con el nuevo hiperblando. «El neumático hiperblando aporta casi un segundo. Dependerá del circuito, aunque debería ser entre medio segundo y ocho décimas. Ojalá este compuesto se use en más carreras. Habrá que ver si el hiperblando permite dos vueltas a 40º de temperatura en pista, está claro que en Barcelona es así con 15º-20º». Sainz considera que la goma media es la más estable en Montmeló. «Podemos hacer 20 vueltas a pesar de las ampollas».
La euforia no se contagia en exceso al piloto de Renault, que sigue viendo igualdad dentro del positivismo por la gran cantidad de vueltas que ha conseguido dar en los test. «Nuestros tiempos son buenos, para qué engañarnos, pero esperamos que la tabla media de la parrilla esté tan apretada como siempre. El verdadero objetivo es ser fiables y obtener los mejores resultados posibles a partir del GP de Australia».
