El Gran Premio de Arabia Saudí terminó entre polémica involucrando a Max Verstappen y Lewis Hamilton, mientras los pilotos españoles tuvieron que pelear por sacar un resultado decente. Carlos Sainz finalizó en octava posición y sumó cuatro importantes puntos para Ferrari justo por detrás de Charles Leclerc. Fernando Alonso, por su parte, tuvo un domingo complicado y finalizó en décimo tercera posición. La Fórmula 1 mira hacia la próxima semana para la última carrera del año en la que Sainz peleará por ser quinto en la general y Alonso deberá defender el décimo puesto.
La jornada del sábado fue bastante complicada para los pilotos españoles, con malas posiciones de partida. Fernando Alonso era décimo tercero con un Alpine que no acababa de sacar rendimiento a una vuelta. La séptima fila del asturiano no le dejaba en buena situación para pelear por un buen resultado, siendo crucial la salida. Lo mismo se tenía que aplicar para Carlos Sainz, que cometió dos errores en la sesión clasificatoria y no pudo marcar ningún tiempo representativo. De esta forma, el madrileño era último en Q2, ganándose la décimo quinta posición en la octava fila de parrilla.
En la crucial salida, tanto Alonso como Sainz mejoraron sus puestos en pista. Mientras Alonso subía a la undécima posición casi de innmediato, Sainz era décimo cuarto. Apenas una vuelta después subían una posición cada uno tras dar cuenta de los Alfa Romeo de Giovinazzi y Räikkönen respectivamente. En la vuelta 4, Sainz daba un paso adelante más superando a Tsunoda, demostrando el buen ritmo de Ferrari en carrera. Fue a partir de ese punto, cuando empezó a faltar el ritmo para un Alonso que se iba largo en la vuelta 6, le adelantaba Giovinazzi en la vuelta y y pasaba a ser undécimo y a tener que defenderse de Sainz.
El cambio de posiciones de los españoles se produjo en la vuelta 8, con Sainz por delante de Alonso. Dos giros después, el madrileño alcanzó a Giovinazzi y dio cuenta de él ‘in extremis’ justo antes de la salida del coche de seguridad… que se acabaría convirtiendo en bandera roja, después de haber parado Alonso a boxes para cambiar neumáticos. En la segunda salida, Sainz era noveno y Alonso, décimo quinto, mientras en la tercera salida tras otra bandera roja el asturiano estaba dos posiciones más arriba tras los incidentes que causaron la segunda interrupción. Los dos españoles perdieron posiciones, cayendo Sainz al undécimo puesto y Alonso al décimo cuarto.
La carrera seguía adelante con una pelea por buscar puntos que llevó a Sainz a ser noveno y a Alonso a ser décimo tercero tras un toque entre Tsunoda y Vettel. Por su parte, Sainz alcanzaba a Leclerc y este cedía su posición tras un tenso paralelo en la primera curva entre ambos cuando peleaban por un octavo que por el momento quedaba para Sainz. Alonso se encontraba con un Alpine falto de rendimiento y en búsqueda de la remontada que le llevó a trompear en la vuelta 25 de un total de 50 programadas. El bicampeón pasaba a ser décimo quinto y solo recuperó la décimo cuarta tras problemas de Räikkönen.
Sainz y Alonso llegaron a ganar una posición y a falta de diez vueltas para el final eran séptimo y décimo tercero. Alonso no tuvo oportunidad de mejorar su posición, mientras Sainz sí tuvo cambio de orden aunque no en la dirección deseada; Leclerc tomó la séptima posición en la última vuelta, relegando a Sainz a la octava posición. Con 39,5 puntos entre Ferrari y McLaren, los italianos tienen ya prácticamente asegurado el tercer puesto en el Campeonato de Constructores. Por su parte, Alpine hace lo propio gracias al resultado de Esteban Ocon (cuarto) y con 25 puntos de ventaja sobre AlphaTauri, el equipo de Enstone deberá ser quinto en la general.