Volverse a poner el mono ignifugo cuatro meses después de terminar precipitadamente el Dakar 2017, volver a afrontar la subida que precede al mítico ‘salto da Pedra Sentada’ en el Fafe-Lameirinha, afrontar el cruce con frenada sobre asfalto en el que tuvo algunos de sus grandes duelos, como en el Rally de Portugal de 2001 frente al ahora jefe de equipo de Toyota, Tommi Mäkinen… Ha sido un fin de semana de muchos recuerdos para el madrileño, todo ello con su inseparable Luis Moya a la derecha.
No era la primera vez que Carlos Sainz se ponía al volante del Peugeot 208 T16 R5 (sí en este caso de la Evo2). El veterano piloto ya lo había hecho el año pasado para ayudar a Cohete Suárez a su adaptación al vehículo, así como para aconsejarle en la puesta a punto del complejo R5 de la firma del león. Hasta entonces, Sainz sólo había tenido la oportunidad de probar uno de los World Rally Cars 1.6 turbo, el Volkswagen Polo R WRC, el cual ayudó a desarrollar y con el que incluso pudo correr en el Rallye Legend de 2012, justo antes de decidir cambiarse a Peugeot.
Posiblemente estemos ante los últimos pasos en la longeva carrera deportiva de ‘el matador’, algo que puede tener su broche de oro en el Dakar 2018, la que puede ser no sólo su despedida, sino también la del equipo Peugeot, el cual ya mira con buenos ojos su vuelta al mundo de la resistencia. Hasta entonces, Sainz se preparará físicamente como viene siendo habitual, no tomando parte del Silk Way Rally, ni de la Baja Aragón, pero sí teniendo como objetivo el estar en el Rallye du Maroc.
Sin embargo, puede que no sea el único evento importante del bicampeón del WRC en su agenda para los próximos meses. En una rueda de prensa improvisada en Matosinhos, Sainz dejaba claro que le encantaría probar uno de los nuevos World Rally Cars, coches que cumplían algunos de los consejos que él mismo había dado durante los últimos años para que el Mundial recuperara seguimiento.
Siempre he sido fan del concepto actual de vehículo y siempre he apoyado la idea de tener WRC más potentes y ligeros. He hablado con los pilotos y siento lo mucho que les gustan los nuevos coches. Hasta ahora los había visto únicamente en televisión, así que puedo imaginar lo divertido que deben ser de pilotar estos coches a ritmo de carrera. Me encantaría volver a intentarlo.
Obviamente, en la actualidad su contrato con Peugeot lo limita, siendo Citroën su opción más clara ya que ésta también forma parte del Grupo PSA. Aun así, Yves Matton ha descartado por el momento dicha opción, asegurando que “no ven la necesidad”, algo que responde a una pregunta que pensábamos iba a quedar en blanco: ¿Qué equipo puede no estar interesado en ver a Sainz en su coche sentado y recibir sus consejos?
Promete y mucho #WRC pic.twitter.com/UI8KOse44W
— Iván Fernández (@fernischumi) May 20, 2017
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Vía | Rallye-Magazin