Movido Gran Premio de Arabia Saudí con presencia importante de los dos pilotos españoles. Carlos Sainz repitió podio con una tercera posición peleada pero lejos de los dos hombres de cabeza. Esto le mantiene segundo en la general, tras su compañero de equipo Charles Leclerc. Por otra parte, Fernando Alonso mostró un gran ritmo en un día en el que el Alpine era muy competitivo y después de una dura pelea con su compañero de equipo, el asturiano se vio obligado a retirarse con problemas técnicos en su monoplaza.
En un fin de semana en el que el mayor foco de atención estaba no tanto en lo que ocurría en pista sino en lo que sucedía fuera de ella, los pilotos españoles tuvieron ambos buen rendimiento el sábado. Mientras Carlos Sainz partía desde una interesante tercera posición, Fernando Alonso era séptimo, en un circuito en el que el Alpine era veloz (de hecho, Esteban Ocon era quinto en parrilla). De esta forma, ambos optaban a sumar buenos puntos con resultados interesantes que les habrían podido ver a ambos dentro del top 5 de la carrera.
En la salida, Sainz partió inicialmente bien y se lanzó a por un hueco en el que poder intentar el adelantamiento sobre Leclerc. Sin embargo, el monegasco cubría bien su espacio y esto permitía que Verstappen pudiera atacar al Ferrari número 55 y superarle en el complejo de las primeras curvas. El neerlandés tomaba así la tercera posición dejando a Sainz justo por detrás. Por su parte, Alonso mantenía la séptima posición y empezaba una carrera sólida con el objetivo de ser el mejor de los mortales, dependiendo de las oportunidades que se pudieran abrir durante la prueba.
Alonso se mostraba competitivo y no tardó demasiado en superar a Ocon. Tras varias vueltas muy tensas entre los dos compañeros de equipo, el español superó al francés en la vuelta 7. Casi hubo toque entre ellos y en Alpine mandaron el mensaje claro a Ocon para que no empujara en exceso. Tocaba mantener posiciones incluso con el ataque de Valtteri Bottas por detrás. La carrera podía haber favorecido a los coches franceses, con el accidente de Latifi y la subsecuente presencia del coche de seguridad con paradas en boxes de todos los pilotos salvo aquellos que partían con gomas duras (Hülkenberg, Hamilton y Magnussen).
Al volver a pista, Sainz estaba por delante de Pérez en la línea de posición entre las curvas 1 y 2 y aunque el mexicano hizo valer su puesto para mantenerse tercero, en la resalida cedió su puesto de nuevo a Sainz al temerse una posible sanción en caso de no no hacerlo. Así, Sainz ‘heredó’ una tercera posición que se mantuvo hasta la bandera de cuadros. Por su parte, Alonso seguía con buen ritmo y peleando por posiciones. Llegó la vuelta 35 y su persecución a Kevin Magnussen parecía resolverse con un adelantamiento sobre el danés que este le devolvía tan solo un giro después.
Desafortunadamente, una vez completado el adelantamiento, el coche de Alonso decía basta y quedaba fuera de combate. El asturiano tenía que volver a boxes a velocidad reducida, listo para abandonar al quedarse detenido en el carril de acceso al pit-lane. Las restantes vueltas, ya sin Alonso, simplemente vieron a Sainz en tierra de nadie, lejos de los hombres de cabeza y controlando la distancia con respecto a Sergio Pérez, que no pudo alcanzarle antes de terminarse la carrera. El madrileño sigue segundo en la general, por detrás de Leclerc.