El Gran Premio de Italia es una de las carreras más especiales de la Fórmula 1, por su escenario inigualable, velocidad sin igual y en ocasiones, grandes resultados en eventos únicos. Incluso sin espectadores se ha permitido la F1 ver una cita digna de recordar, gracias en parte a la lucha por la victoria entre dos nuevas caras como Pierre Gasly y Carlos Sainz. El piloto de McLaren tuvo la sartén por el mango desde el punto de vista estratégico y forzó la máquina en una segunda salida que le permitió pasar a todos los rivales con estrategia cambiada menos a un peleón Gasly que venció por menos de medio segundo.
Sainz salió con los habituales blandos y partió mejor que un lento Valtteri Bottas, situándose segundo a la estela de Lewis Hamilton. El británico se escapó como era de esperar y dejó poco a poco lejos al español, a quien llegó a sacar diez segundos y que a su vez tenía cierto margen gracias al tapón de Lando Norris sobre Sergio Pérez, Daniel Ricciardo, Bottas y Max Verstappen. La calma imperante se rompió con el parón mecánico de Kevin Magnussen, que dio paso al coche de seguridad a pesar de dejar el de Haas su vehículo cerca del guardaraíl de la entrada del pit lane.
Lideró el madrileño una vuelta antes de meterse en boxes y cambiar a gomas medias pero el fuerte accidente de Charles Leclerc forzó un segundo Safety Car que se tornó en bandera roja. Media hora después, Hamilton retomó el liderato en una segunda salida en parado (vuelta 28 de 53) antes de cumplir un stop and go por parar con el pit lane cerrado. Sainz pasó a Nicholas Latifi antes de la interrupción y se quitó de encima a un Lance Stroll que se salió en la Variante della Roggia, le superaba de nuevo en Ascari y al que volvía a adelantar en la recta de meta.
Las penalizaciones a Hamilton y Giovinazzi dejaban a Sainz tercero a la caza de Kimi Räikkönen y Pierre Gasly. No se impacientó el piloto de McLaren para superar al finlandés a falta de 19 vueltas para el final, usando el DRS para aproximarse y rebasar al Alfa Romeo por el exterior del Rettifilo. La distancia entre ambos era de cuatro segundos y el tapón de Räikkönen no le duraba mucho a Stroll, Norris y Bottas, permitiendo al canadiense acercarse al dúo delantero sin prisa pero sin pausa. Sainz y Stroll eran los verdaderos rivales de Gasly, con Norris aguantando a Bottas.
Se reducía por momentos la diferencia entre los tres primeros clasificados, que curiosamente buscaban su segundo podio y primera victoria en los tres casos. Los ex rivales de la Fórmula Renault 3.5 en 2014 se vigilaban y Sainz se puso a un segundo y medio a falta de siete giros, recortando aún más distancia con la llegada de la parte decisiva. Gasly hacía eses en la recta trasera y tomaba pequeños huecos en la zona revirada que le permitían aguantar la mayor velocidad del McLaren y resistir hasta la bandera a cuadros. Sainz acabó segundo a apenas cuatro décimas del francés y se mostró contento a pesar de la oportunidad de gloria perdida.
Desde luego no esperábamos pelear por la victoria en condiciones normales, hay que estar muy contentos y orgulloso con la segunda posición. Puede que hubiéramos acabado segundos también sin la bandera roja, teníamos un ritmo muy bueno por detrás de Hamilton. Ha sido deprimente ver la bandera roja porque nos ha tirado parte del trabajo, así que cuando sabíamos que Hamilton había sido penalizado nos hemos puesto manos a la obra. Me ha costado una barbaridad calentar la goma media usada y aun así los hemos pasado a casi todos sin mucho grip. No me he dejado nada hoy, te da una sensación agridulce ser segundo a cuatro décimas. La victoria se nos ha escapado con la bandera roja pero los resultados llegan si se trabaja bien.