En un fin de semana en el que los tres equipos más competitivos de este 2017 se han mostrado igual de distanciados de los demás y en el que McLaren parecía estar pudiendo aprovechar las características del Marina Bay Street Circuit para meterse en los 10 primeros, lograr un puesto en la Q3 y clasificar bien no iba a ser nunca fácil, sobre todo teniendo en cuenta la enorme lucha que existe en la zona media de la Fórmula 1. A pesar de todo, Carlos Sainz logró sacarle el máximo partido a su monoplaza y firmó una nada despreciable décima posición en la que tal vez podría ser su última carrera como piloto de Toro Rosso.
La sesión clasificatoria comenzó con una espectacular Q1 en la que tanto Carlos Sainz como Fernando Alonso tuvieron un papel destacado. Los dos pilotos españoles mejoraron sus registros en los últimos momentos de la primera parte de sesión y encendieron a las masas con unos tiempos que justificaban más optimismo del que ya habían generado ambos durante los entrenamientos libres. El destino de ambos pilotos no iba a ser tan distinto pero el progreso sí lo fue, con un Sainz que tiene una sesión menos que prácticamente todos sus rivales al haber tenido que ceder su volante a Sean Gelael durante los primeros entrenamientos libres. La Q2 no tuvo tanto secreto y su buena actuación en esta seguna parte le hizo ganarse un hueco en la pelea final.
Desafortunadamente, el intento del madrileño en la Q3 se vio perjudicado por un ‘susto’ que sufrió en la zona final del trazado: «Casi hago un trompo en la curva 21. Estaba haciendo el mismo tiempo que en la Q2 y he tirado para ver si podía mejorar. Ha sido un disgusto, pero estoy muy contento porque hemos ido de menos a más. Hoy en día colarse en la Q3 es muy difícil viendo cómo están las cosas», explicó. Sainz saldrá décimo justo al lado de Vandoorne y por delante de pilotos de equipos generalmente más competitivos como Palmer pero también de su propio compañero, un Kvyat que sigue siendo batido sistemáticamente por el español.
De cara a mañana, Sainz es optimista aunque reconoce que parte de su trabajo será defenderse de varios de los rivales que vendrán por detrás: «Podemos sacar un punto mañana si salimos bien. Vamos a tener mucha presión por detrás con Renault y Force India, que van más rápido que nosotros. Nuestra expectativa era el duodécimo lugar y resulta que salimos décimos. Así que va a ser una carrera a la defensiva, pero con ganas de mirar para adelante”, comentó. Finalmente, el futuro piloto de Renault avisó que la estrategia y la gestión de cualquier posible aparición del coche de seguridad será esencial. Ojo a los ‘undercuts’…