La segunda sesión clásificatoria del Campeonato de Mundo de Fórmula 1 de este 2018 trajo puntos positivos y negativos para un Carlos Sainz que a pesar de todo salvó los muebles en una sesión clasificatoria complicada y logró meterse en la Q3 y ganarse la décima posición en la parrilla de salida. El piloto madrileño sigue estando entre los mejores a pesar de no acabar de sentirse del todo cómodo con su monoplaza, aunque por segunda vez en dos carreras ha sido superado por su compañero de equipo en parrilla. Nico Hülkenberg fue más rápido en Australia y en Bahréin volvió a ser claramente superior. Queda la carrera pero el comienzo de año de Sainz está siendo todo un desafío.
El circuito de Sakhir vio esta tarde una historia sorprendentemente parecida a la vista en Albert Park para un Carlos Sainz que destacó en la Q1 y en la Q2 con buenas vueltas que le permitieron pasar las etapas sin demasiados problemas para luego acabar en una Q3 con un tiempo insuficiente para batir a ninguno de los rivales que tomaba parte en el momento decisivo de la lucha por la pole position. Sainz fue particularmente cándido al terminar la sesión y reconoció sin tapujos que no se siente tan cómodo como en la primera cita de la temporada. De esta forma, se explica su desventaja con respecto a un Hülkenberg que sacó todo el provecho posible del R.S.18 y fue octavo, cuatro décimas por delante del español.
De cara a mañana, el objetivo debe ser indudablemente estar en los puntos aunque con pilotos como Brendon Hartley, Sergio Pérez o los dos McLaren por detrás, el desafío será importante. Una vez más, la zona media de la Fórmula 1 muestra ser espectacularmente igualada, con cambio sde una carrera a la siguiente. Por delante, podría intentar pelear con Esteban Ocon, Kevin Magnussen o incluso Nico Hülkenberg, siempre a la espera de lo que pueda ocurrir con el sorprendente Pierre Gasly. Aunque Lewis Hamilton saldrá al lado de Sainz en parrilla, sus carreras deberían converger solo en los primeros metros, con el buen ritmo del piloto de Mercedes.
Sabíamos que iba a ser una clasificatoria apretada y difícil. No me he sentido cómodo con el coche en todo el fin de semana. Tenemos problemas de equilibrio que no conseguimos superar y al final con los neumáticos más blandos es más evidente. No iba contento con el coche como iba en Austraia, quizás. En cuanto a ritmo, creo que habrá que ver mañana. Es difícil de saber, todavía. En tandas largas, estaba tan apretado como la sesión clasificatoria. Hay que estar listos y avispados para ver si se puede ganar alguna posición. Creo que todo el mundo va a ir a dos paradas porque hay bastante degradación con respecto a otros circuitos.
