Último Gran Premio de Italia de Carlos Sainz vestido de rojo, antes de su paso al equipo Williams para 2025, y el madrileño lo ha resuelto con una satisfactoria cuarta posición con regusto a podio en un día en el que la audacia estratégica de la Scuderia le valió una victoria a su compañero Charles Leclerc y una opción muy real de top 3 para el español. Los puntos sumados permiten a Ferrari soñar con el campeonato de constructores, mientras en el otro lado de la balanza Fernando Alonso sufrió a lo largo de la carrera para acabar relegado a la undécima posición, sin recompensa a pesar de sus esfuerzos.
En una sesión clasificatoria muy igualada y con diferencias mínimas (menos de dos décimas entre los seis primeros clasificados), los pilotos españoles tuvieron dos realidades completamente distintas. Mientras Carlos Sainz era quinto y se mantenía en posición teórica para pelear por el podio en carrera, Fernando Alonso cayó en la Q2, ocupando la undécima posición. En un fin de semana complicado para Aston Martin tal y como ya avisaban antes de llegar al trazado transalpino, las expectativas del bicampeón asturiano eran mínimas a la hora de pensar en un buen resultado en Monza. Puntos, en el mejor de los casos, y poco más.
Como fue el caso en la mayor parte de la parrilla, tanto Carlos Sainz como Fernando Alonso optaron por los neumáticos medios para el primer ‘stint’, lo que en principio les dejaba listos para una carrera convencional aunque con objetivos radicalmente distintos. El paralelismo sí se mantuvo en la primera vuelta, en la que ambos lograron promocionar una posición, Sainz pasaba a ser cuarto gracias a los problemas de Russell, mientras Alonso aprovechaba la mala partida de Hülkenberg para situarse en décima posición, colándose en la zona de puntos de forma provisional. Sin embargo, la carrera tendría sorpresas para ambos.
A nivel estratégico, las paradas de Alonso y Sainz llegaron con pocas vueltas de diferencia, deteniéndose el asturiano en la vuelta 12 y el madrileño en la 19. Pero esa pequeña diferencia apuntaba a algo que iba a intentar Ferrari; resolver la prueba con una sola parada. En el caso de Leclerc, funcionó a la perfección, mientras que con Sainz el resultado fue algo menos óptimo. El español tuvo que conformarse con una cuarta posición que pudo haber sido más, pero que sin embargo permite a la Scuderia sumar una buena cantidad de puntos que les permiten incluso acercarse a McLaren y a Red Bull en la general.
Alonso sí tuvo una segunda parada, falto de velocidad pero también de capacidad de gestión de neumáticos. Aunque su ritmo en el último ‘stint’ fue notable, se quedó a tan solo una décima de entrar en la zona de puntos tras la penalización de 10 segundos a un Kevin Magnussen que no estará en el Gran Premio de Azerbaiyán. El bicampeón del mundo español remontó todo lo que pudo y llegó incluso a presionar a distancia a Alex Albon, pero finalmente se va de Monza sin recompensa, aproximadamente como esperaba antes de arrancar un fin de semana que siempre se planteó muy complicado.
Para Carlos Sainz, la conclusión del fin de semana es positiva tanto por el resultado por lo que implica de cara al futuro, pero siempre con prudencia: «En circuitos como Monza, nuestro coche puede dar para ganar una carrera. Habrá que ver en circuitos más normales, qué tal funciona este suelo nuevo. Si en Austin estamos mucho más cerca de los McLaren o al mismo nivel que ahora, igual se puede soñar en ganar más carreras de aquí a final de temporada. Pero si estamos luchando en Bakú o en Singapur, eso no significa que vaya a ser así todo lo que queda de año, porque son circuitos muy particulares y donde en el pasado ya fuimos competitivos. Si conseguimos mantenernos a este nivel de aquí a final de año, el campeonato de constructores es una posibilidad. Los fines de semana de F1 se deciden en los detalles, por milésimas, salir dos o tres posiciones más adelante hoy te podía dar la victoria. Todo empieza en la Q3, luego sigue en la salida… pequeños detalles que se van juntando y te impiden estar en la pelea por la victoria.»
Por su parte, Fernando Alonso se mostró contento con el trabajo realizado, aunque el resultado no lo refleja: «Hoy estuvimos mucho mejor de lo que esperábamos. Creo que la ejecución de la carrera fue realmente buena. Tuvimos suerte con una buena salida y con los problemas de Nico (Hülkenberg). Nos pusimos décimos, nos mantuvimos al ritmo de Alex (Albon), le hicimos undercut y estuvimos novenos durante la mayor parte de carrera, pero tuvimos que hacer dos paradas porque con nuestra degradación, no podíamos hacerlo con una. Al final, a ocho décimas de Albon y a una de Magnussen, lo cual es una pena. Perder esos puntos duele porque creo que los merecíamos con una carrera que ejecutamos muy bien. Pero es lo que hay ahora mismo, y tenemos que mejorar. Sabíamos que la carrera iba a ser a dos paradas para nosotros. Consumimos mucho los neumáticos en general porque no tenemos mucha carga aerodinámica en curva y por lo general nos apoyamos mucho en el agarre mecánico, lo que hace que tengamos problemas los domingos con la degradación. Aquí, al estar entre una o dos paradas, sabíamos que para nosotros iban a ser dos.»