No todos los días te subes por primera vez a un monoplaza de Fórmula 1 vestido con el color rojo de la Scuderia Ferrari. Ayer Carlos Sainz Jr. cumplió el que es el sueño de prácticamente todo piloto; debutar oficialmente como miembro del cavallino rampante y lo hizo con una jornada que seguramente no se le borre nunca del recuerdo tal y como él mismo reconocía: «Creo que nunca olvidaré el día de hoy. Durante la vuelta de instalación me emocioné«. No es para menos, ya que a pesar de que afrontará su séptima temporada en el Mundial de Fórmula 1, seguramente no hay una sensación parecida a la de competir defendiendo al equipo más exitoso e histórico de la parrilla.
Ayer completó hasta un centenar de vueltas al Circuito de Fiorano con el SF71H de 2018, apuntando las informaciones a que muy pronto se sitúo el madrileño en los tiempos que había realizado Charles Leclerc. Escrutado por la mirada de Mattia Binotto o el presidente de Ferrari, John Elkann, además del siempre inestimable apoyo por parte de Carlos Sainz padre, también presente para la ocasión de ver el debut de su hijo al volante del monoplaza Rosso. Incluso contó con la complicidad Director de Ferrari Driver Academy, Marco Matassa, quien había trabajado de cerca con el español entre 2015 y 2017 en la Scuderia Toro Rosso y con el que guarda una gran relación.
Creo que hoy nunca olvidaré. Esta mañana sonó la alarma al amanecer porque teníamos reuniones muy temprano antes de empezar a filmar. Cuando llegué a pista y vi el Ferrari con mi número 55, estaba muy emocionado, lo mismo pasó en la primera vuelta – Carlos Sainz
Ese primer contacto ha continuado este jueves por la mañana, con tiempo incluso para acordarse de la figura de Adrián Campos, recientemente fallecido. Sainz ha completado otros 53 giros a Fiorano con el coche de la temporada 2018, mejorando incluso las sensaciones antes de dejarle su lugar esta tarde a Mick Schumacher. El apoyo de los tifosis italianos también ha empezado a hacerse patente, con algunos curiosos acercándose para animarle y verle desde los pocos puntos que todavía quedan al descubierto en el trazado privado de los de Maranello.
