Carlos Sainz volvió a destacar en una sesión clasificatoria de esta tarde logrando ser undécimo tras meterse en la Q2 en el Gran Premio de Rusia. A pesar de ello, la sanción recibida tras el toque con Lance Stroll en el Gran Premio de Bahréin le hace caer hasta la décimo cuarta posición en parrilla de salida, con lo que la lucha mañana por los puntos se complica salvo en caso de aprovechar problemas de los rivales. El piloto español sigue demostrando a pesar de todo que en materia de velocidad sigue rindiendo bien y está como el mejor piloto de su equipo.
La primera parte de la sesión clasificatoria no alberga ningún secreto para los pilotos de Toro Rosso y en ese sentido Carlos Sainz no es una excepción. De hecho el madrileño lograba estar en el top 10 con un tiempo excelente que le dejaba en novena posición. Con esperanzas de estar entre los diez primeros en la sesión clasificatoria el piloto de Toro Rosso se lanzó a por una Q2 complicada por la igualdad que hay en la parte intermedia en la Fórmula 1. Entre Williams, Force India, Renault y Toro Rosso las diferencias son mínimas.
Desafortunadamente para Sainz, en Sochi el Toro Rosso no fue suficiente como para que Sainz pudiera meterse de nuevo en Q3 como lo hizo en Australia -fue octavo en Melbourne-, finalizando undécimo a poco más de dos décimas de Esteban Ocon. De esta forma Sainz se quedaba justo a las puertas de la tercera parte de la sesión clasificatoria aunque con una sanción de tres posiciones que indudablemente quitan el brillo de lo que habría sido su segunda mejor actuación en un sábado de la temporada 2017.
Sainz se mostró satisfecho con el trabajo del equipo aunque decepcionado por tener que partir mañana desde la décimo cuarta posición en parrilla de salida, lo que lastra sus posibilidades de obtener un buen resultado en el día de mañana. En declaraciones tras terminar la sesión clasificatoria, el español declaró que la estrategia puede ser uno de los puntos más importantes mañana aunque una sola parada es algo que el piloto ve poco probable. A pesar de todo no se rinde y a fin de cuentas, ¿por qué debería hacerlo? Manos y máquina, las hay.