En Interlagos la búsqueda de la velocidad es relativa. El corto circuito del centro de São Paulo es un escenario esencial para la Fórmula 1 y su público da un ambiente igualado por pocos países del calendario actual. Si además se suma una meteorología incierta que a veces da ciertos resultados estrambóticos el espectador encuentra un nuevo motivo para presenciar el Gran Premio brasileño. La igualdad extrema y las condiciones complicadas pueden jugar a favor o en contra de algunos protagonistas y en la qualy Carlos Sainz fue uno de los grandes perjudicados al no aprovechar los pequeños chubascos y caer en la Q1 de forma relativamente inesperada.
Los Renault no se habían mostrado particularmente competitivos en las sesiones de entrenamientos libres y mostraron una diferencia particular en la clasificación, dónde la amenaza de lluvia hacía que los equipos salieran antes. Sainz y Nico Hülkenberg marcaron unos primeros tiempos que parecían dar un respiro al equipo galo pero la insuficiencia de la lluvia hacía que los equipos de la zona baja arriesgasen más en busca del pase a la Q2. Sergey Sirotkin fue el gran beneficiado y consiguió acceder a la segunda ronda por quinta vez este año, con los Force India apurando sus opciones.
Sainz intentó una segunda tentativa temerosa en la parte final de la Q2, con cada vez más gotas de agua mojando el asfalto, pero los esfuerzos del madrileño fueron insuficientes y Sainz cayó en la Q1 por primera vez desde el GP de Bélgica. Sirotkin, Esteban Ocon, Sainz y Brendon Hartley quedaron separados por solo 21 milésimas, muestra tanto de la corta longitud del circuito de Interlagos como de la igualdad en condiciones difíciles entre coches de zona media y baja. Sainz saldrá 15º gracias a la penalización mecánica de Ocon y se mostró decepcionado con su actuación a pesar de no tener grandes expectativas inicialmente debido al retroceso que Renault sufre en algunas de las últimas qualys.
Me he sentido más cómodo en la qualy que en los libres. Cometí un error en la curva 12 durante mi segundo intento, supongo que si hubiera conseguido solventarlo haría acabado noveno o décimo. En la vuelta definitiva me encontré con un Toro Rosso en el segundo sector y ahí ya fue imposible mejorar mi registro. En el tercer libre nos hemos visto más perdidos que ayer en cuanto a reglajes así que hemos preferido regresar al set-up del libre 1, jugando con el equilibrio del coche para encontrar esas décimas que no tenemos de serie en este circuito. Ahora mismo no tengo ni idea de lo que podemos hacer o esperar mañana.
