El Gran Premio de Bélgica arrancó sin la presencia de Carlos Sainz, que por primera vez esta temporada no llega a completar la carrera. De hecho, por primera vez en su vida deportiva en la Fórmula 1, el madrileño no tomó la salida de un Gran Premio. Problemas en el escape del coche del madrileño impidieron que el McLaren número 55 pudiera estar en la parrilla de salida de la carrera. A pesar de haber clasificado en la séptima posición ayer, la mala fortuna hizo que no pudiera ni participar en la prueba. Así, el equipo de Woking quedó con un solo coche en pista para defender su lucha por el tercer puesto en constructores.
El problema de Sainz se detectó en la vuelta camino de boxes a la parrilla de salida. El piloto madrileño circulaba a velocidad reducido y el motor de su McLaren emitía un humo preocupante y sospechoso que obligó al piloto a volver a boxes. Allí, el equipo se puso manos a la obra para descubrir cuál era el problema… para descubrir que la causa estaba en un fallo del escape del coche del español. La causa estuvo en un cilindro del motor V6, que provocó la rotura del escape que a su vez impidió que Sainz saliera de nuevo a pista. No había tiempo para reparar el monoplaza y por lo tanto no era plausible que Sainz saliera a pista.
De esta forma, sigue así la mala racha de un Carlos Sainz que en 6 participaciones en Spa-Francorchamps solo ha sacado un solo punto. El piloto español no llegó a completar una sola vuelta el año pasado, también por problemas técnicos, de manera que tiene el total de cero giros en dos años en este circuito. De hecho, solo en Sakhir y en el Autódromo Hermanos Rodríguez ha tenido peores resultados a lo largo de los años, marcándose por lo tanto el Gran Premio de Bélgica como una de las ‘bestias negras’ de Carlos Sainz. La próxima oportunidad de pelear por estar en los puntos llegará la próxima semana en Monza.