Día de pocas alegrías para los pilotos españoles en un Gran Premio de Bélgica que a pesar de ser muy interesante en la lucha por las primeras posiciones, albergó pocos alicientes para ellos. Desde unas posiciones de salida poco halagüeñas, hubo poco que hacer en una carrera en la que los pilotos competitivos estuvieron marcados desde el primer momento y en la que ni el mismísimo Max Verstappen pudo obrar el milagro de la remontada. Así, Carlos Sainz se hizo con la séptima posición, idéntica a su puesto de partida, con Fernando Alonso noveno.
En una jornada de sábado muy movida por la presencia de la lluvia, los pilotos españoles resolvieron la sesión clasificatoria sin grandes dramas aunque con resultados por debajo de lo deseado. Una vez aplicada la penalización a Max Verstappen por el uso de su quinto motor de combustión interna de la temporada, Carlos Sainz y Fernando Alonso compartían la cuarta fila de la parrilla de salida, en séptima y octava posición respectivamente. Esto les dejaba fuera de la pelea por el podio, salvo grandes desastres por la zona de delante. Y con un domingo planteado sobre seco, la posibilidad de dichos desastres era menor de lo que habría sido en caso de replicarse hoy el tiempo de ayer.
La elección de neumáticos fue uno de los puntos de interés antes de la salida, con un Sainz que optó por salir con gomas duras para intentar jugar una estrategia alternativa, posiblemente esperando que la salida del coche de seguridad pudiera ayudarle. Mientras tanto, Alonso optaba por la misma goma que la mayoría de pilotos; compuesto blando y a ver cómo se desarrollaba la carrera. En los primeros compases, el asturiano mantuvo su posición, pero Sainz logró promover un puesto y pasar a ser sexto. Con buen ritmo y buena posición en pista, las esperanzas para el madrileño eran tangibles.
Entre tanto, Alonso caía al noveno puesto al ser superado por Verstappen, antes de parar a boxes en la vuelta 13 y montar neumáticos duros en la que acabaría siendo su única parada en boxes. Un coche de seguridad le habría podido ayudar, como también a un Sainz que alargó su primer ‘stint’ hasta la vuelta 21. Pero no hubo ninguna neutralización, lo que les dejó a ambos relativamente mal situados para obtener un mejor resultado. Sainz llegaría a ocupar brevemente la sexta posición de nuevo, en lo que habría sido su resultado natural, pero la llegada de Verstappen le acabó relegando.
Tras su segunda parada en boxes en la vuelta 29 y montar neumáticos duros de nuevo, Sainz pasó a ser octavo y su único cambio llegó de la mano de un adelantamiento sobre un Sergio Pérez que parecía tener problemas de entrega de potencia eléctrica. Carlos Sainz acabó haciéndose con la séptima posición final. Por su parte, Fernando Alonso se pasó la carrera viendo a sus rivales parar mientras él cuidaba sus neumáticos, camino a otro resultado en los puntos, aunque la novena posición sabe a poco teniendo en cuenta que, cuando el monoplaza es competitivo, el bicampeón del mundo puede estar arriba. Ahora, descanso para el verano antes de volver a la carga en Zandvoort a finales de agosto.