Interlagos es un escenario idílico para la Fórmula 1 y el loco final del Gran Premio de 2019 dio un nuevo capítulo de prestigio y emoción a una de las carreras más bonitas de la temporada, que no salió a gusto de todos. Carlos Sainz fue uno de los pilotos que más pescó entre los lagos brasileños y se llevó su primer podio en la Fórmula 1, al que no subió físicamente por la sanción tardía de un choque entre Lewis Hamilton y Alexander Albon en la penúltima vuelta. Sainz ascendió desde el último puesto resistiendo con ruedas viejas la progresión de unos rivales más rápidos, a pesar de ser investigado por una posible infracción del uso del DRS.
Sainz partió con gomas blandas a diferencia de las medias con las que empezaron Charles Leclerc y otros pilotos de la zona trasera, incluyendo Daniil Kvyat y un dúo de Williams que se quitó de inmediato del camino. Nico Hülkenberg y Sergio Pérez fueron las siguiente víctimas del español, incluyendo un ataque atrevido por el interior del mexicano en la primera curva. La colisión entre Daniel Ricciardo y Kevin Magnussen le dio dos posiciones más a Sainz, 13º después de salir último y estabilizado entre los Racing Point; pasaría poco después a Lance Stroll con el DRS en la Reta Oposta.
El piloto de McLaren fue el último en realizar su parada, en la vuelta 30, y puso neumáticos medios a diferencia de los duros que algunos rivales ya instalaban, volviendo a pista 15º y alejado de la zona de puntos. Alcanzó Sainz a Lando Norris, que aguantaba con ruedas duras y le hacía un tapón a Kvyat en una mitad de carrera nada aprovechable para la escudería de Woking. Norris acabó dejándose pasar poco antes de que saliera el Safety Car por el reventón de motor de Valtteri Bottas, cuyo coche no pudieron sacar con celeridad los comisarios y forzó a varios equipos a cambiar gomas en boxes.
Romain Grosjean y Sainz no entraron y tomaron la séptima y la octava posición, rebasando el madrileño a un impotente francés que perdió toda su ventaja en la resalida a 12 vueltas del final. El choque entre los Ferrari alzó a Sainz al quinto lugar y la colisión de Hamilton con Albon le dejó cuarto, a la espera de la posterior investigación y sanción del toque del hexacampeón que hizo trompear al tailandés. El podio culmina un Gran Premio paciente y estelar de Sainz, que logra su mejor resultado en la Fórmula 1 y se mostró más que contento en declaraciones a la prensa justo antes del podio físico.
Me gustaría subirme al podio pero da igual, he sido el único coche en hacer una parada y me sorprende que aguantáramos tanto. Las primeras vueltas han sido perfectas, he pasado a cinco coches y después hemos arriesgado yendo a una parada; me ha costado calentar las ruedas y he defendido como podía en las resalidas. Creía que me llevaba a Pérez cuando le he pasado en la primera curva, incluyendo la defensa con Räikkönen. No hemos parado durante el primer Safety Car para no meternos en tráfico porque todos han parado. Hoy me ha salido todo, el coche ha ido mucho mejor que el viernes y solo imaginaba que sería noveno o décimo en una carrera perfecta.