Carlos Sainz ha salido a la luz después de un fin de semana discreto. Toro Rosso ha escondido su potencial en los entrenamientos libres, dónde parecía que el segundo equipo de las bebidas energéticas iba a sufrir en la carrera local de la casa madre. La realidad ha demostrado un hecho distinto y tanto Sainz como Daniil Kvyat han rendido bien en el Red Bull Ring, con el español y el ruso intercambiándose los papeles respecto a las sesiones de entrenamientos libres.
Sainz sufrió en Q1, llegando a ser 16º en su primera tentativa hasta saltar a la cuarta posición final una vez montó los neumáticos ultrablandos. La Q2 fue resolutiva para el madrileño, que se coló en la ronda decisiva junto a Sergio Pérez y Esteban Ocon y apenas milésimas por delante de Nico Hülkenberg y Fernando Alonso. La Q3 también fue igualada, aunque Sainz no pudo ascender desde el décimo puesto que da esperanzas de cara a la carrera.
Y es que Sainz no iba muy inspirado en Austria, lejos del ritmo de Kvyat en los libres y en medio de la confusión general de la zona media. Williams, Force India y Haas estaban a la par con Toro Rosso y la sesión de clasificación sería clave para definir las posiciones de puntos. Los hindús respondieron a las expectativas y Haas se quedó a medio camino, mientras que la escudería de Faenza respondió con un Sainz que sacó sus décimas cuando le tocaba y saldrá décimo.
Cerrar el top 10 es bueno para las opciones de Toro Rosso, recientemente adelantado por Williams en el Mundial de Constructores y con posibilidades de destacar más en Austria ante el descalabro del equipo británico. Sainz tiene una buena posición al alcance y Kvyat podría estar cerca del deseado top 10, en lo que va a ser otra pelea disputada entre varias escuderías en la temida zona media de la parrilla.