El Gran Premio de Hungría resultó decepcionante para los intereses de los pilotos españoles, que optaban ambos a un buen resultado para cerrar la primera mitad de temporada. Carlos Sainz y Fernando Alonso lo hicieron en cuarta y octava posición respectivamente, perdiendo ambos dos posiciones con respecto a su puesto de partida en parrilla de salida. Mientras el piloto de Ferrari sufrió una estrategia poco acertada por parte de su equipo, el de Alpine tuvo que pelearse con un encendido compañero de equipo con el que tuvo varios momentos conflictivos a lo largo del GP.
La sesión clasificatoria del Gran Premio de Hungría siempre tiene una importancia especial, por virtud de la estrechez del circuito de Hungaroring y lo difícil que es adelantar en el trazado magyar. Con todo ello en mente, los pilotos españoles salían a pista el sábado con la intención especial de lograr una buena posición de partida. En un momento, parecía que Carlos Sainz tenía un tiempo para marcar la pole position, pero finalmente fue segundo por detrás de George Russell, aunque por delante de Charles Leclerc. Por su parte, Fernando Alonso fue sexto, justo tras su compañero de equipo.
La elección de neumáticos estaba favorablemente inclinada a favor de las gomas medias, usadas entre otros por los dos pilotos españoles. En una salida bajo un cielo oscuro y amenazante, Sainz arrancó muy bien y consiguió atacar a Russell brevemente, aunque no logró adelantarle. El madrileño mantenía la segunda posición, con Alonso séptimo después de ser superados los dos Alpine por Hamilton. Desafortunadamente para el asturiano, en la vuelta 5 cedía ante el avance de Verstappen y dos giros después le seguía Pérez. Esto dejaba al bicampeón noveno en menos de quince minutos de carrera.
La primera parada de los pilotos de Ferrari no tenía ningún cambio estratégico reseñable, montando ambos neumáticos medios. Eso sí, Sainz quedaba por detrás de Leclerc tras las paradas, mientras Alonso cambiaba de gomas medias a duras y tras parar los dos Alpine, atacaba a un Ocon que se defendía con energía. El resultado, dejar la puerta abierta para que Ricciardo superara a los dos coches azules. Con una falta de ritmo evidente con los neumáticos duros, Alonso perdía posiciones y caía a la duodécima posición al ser adelantado por Vettel en la vuelta 31. Habría que esperar más de diez vueltas más para que la elección de gomas empezara a ser buena para él, superando a Ocon y lanzándose a por Vettel.
La parada de Sainz llegó en la vuelta 47, sorprendiendo al montar gomas blandas donde su compañero había optado por las duras. El español volvía quinto pero esperando tener mejor compuesto en primera instancia… pero con el paso de las vueltas quedó claro que no tenía neumáticos suficientes para empujar hasta el final. El Ferrari acabó viéndose superado por Hamilton en la vuelta 63, pasando a ser cuarto y dejando a Ferrari sin su última opción de podio, tras una parada extra de Leclerc como consecuencia de un error estratégico del equipo de Maranello con el piloto monegasco.
Por su parte, Alonso y Alpine mantuvieron la fe en los neumáticos duros, permitiéndose una leve recuperación que llevaron a que el asturiano subiera hasta la octava posición. Las últimas vueltas no tuvieron más cambios de orden en pista, de manera que Carlos Sainz tuvo que conformarse con un decepcionante cuarto puesto, sobre todo teniendo en cuenta que durante buena parte de la competición, optaron a ganar tanto él como su compañero de equipo. El octavo de Fernando Alonso es positivo para el campeonato de constructores, aunque con dos momentos delicados con su compañero de equipo, también en Alpine tendrán mucho que hablar tras la jornada de hoy.
