Doble fortuna española entre los muros estrechos de la capital de Azerbaiyán, sin espectadores pero con una gran cantidad de interrupciones. En una sesión de clasificación dónde se empató el récord de banderas rojas (cuatro), los españoles esquivaron las protecciones hasta el momento de la verdad. Carlos Sainz saldrá quinto a pesar de chocar con la pared intentando esquivar el accidentado coche de Yuki Tsunoda en su vuelta decisiva en la Q3. Fernando Alonso partirá octavo y aspira a puntuar en un Gran Premio mentalmente difícil.
El accidente de Lance Stroll en los compases iniciales de la Q1 le daba esperanzas a George Russell después de su parón mecánico en el libre 3 y solo vio el primer tiempo de Charles Leclerc, seguido poco después por el choque con el muro de Antonio Giovinazzi; tanto el canadiense como el italiano se accidentaron en la temible curva 15. Sainz y Alonso marcaron tiempos entre ambas colisiones y pasaron a Q2 de formas distintas: el madrileño fue cuarto detrás de Lewis Hamilton y los Red Bull, mientras el asturiano se dejó caer hasta el 15º lugar aunque sin dificultades.
Las primeras referencias de la Q2 eran positivas para la dupla española, ya que Sainz se ponía quinto y Alonso noveno. Tsunoda se coló en la zona alta y se esperaba que los pilotos mejorasen para apretar la clasificación más de lo que estaba (cinco pilotos en 34 milésimas). Sin embargo, Daniel Ricciardo se pasó de frenada en dirección al muro de la curva 3 y dio la sesión por finalizada a falta de minuto y medio. Alonso entró en Q3 con solo 29 milésimas de margen sobre Sebastian Vettel y menos de una décima sobre su compañero Esteban Ocon; Sainz fue sexto.
El juego del rebufo entre compañeros de equipo representó la principal opción en la Q3, dónde Leclerc se llevó una espectacular pole position por delante de Hamilton y Max Verstappen. Sainz se puso cuarto y Pierre Gasly le relegó entre rebufos en AlphaTauri, protagonistas de la cuarta y última bandera roja: Tsunoda chocó en la curva 3 y Sainz trompeó siguiéndole, impactando con el muro de hormigón y perdiendo el alerón delantero. La sesión quedó cortada a falta de apenas segundos y las posiciones quedaron como estaban, con Sainz 5º y Alonso 9º.
Sainz se mostró decepcionado por no poder luchar por otra pole position que veía al alcance y aspira a adelantar en un circuito dónde se ve capaz de subir al podio por ritmo, si bien con dificultades aerodinámicas.
Mi intención era no chocar con quien se haya accidentado delante pero si un piloto está en la vuelta buena intenta frenar lo más tarde posible y evitar causar una bandera roja, aunque aquí iba a salir de todos modos. Hoy era otro día con opción de luchar por la pole, me ha faltado el rebufo que le he dado a Charles en la primera vuelta de la Q3. Bottas ha causado un atasco en el segundo intento y he tenido que frenar en la recta para no cazar a Tsunoda, empecé la vuelta demasiado cerca. Los red Bull tienen el mejor ritmo de carrera, así que habrá que jugar nuestras cartas de otra manera.
Alonso fue crítico con los demás pilotos sin apuntar en concreto a nadie y quedó por delante de Valtteri Bottas por el juego de rebufos en Mercedes, aún así contrariado por quedarse a las puertas de las ocho primeras posiciones en pista (que alcanzó en los despachos por una sanción a Lando Norris).
Teníamos ritmo para estar entre los ocho primeros pero cada vez que poníamos gomas nuevas salía una bandera roja, la progresión del coche ha quedado cortada con tanta interrupción. Durante la semana hablamos con Esteban sobre hacer rebufos pero él lo descartó porque le despistaba en las out laps. Mejor inicio de fin de semana del esperado, esto no es Mónaco y se puede adelantar. Si nos calmamos la carrera será normal, hay que cuidar neumáticos y bajar la excitación.