La sesión clasificatoria del Gran Premio de Hungría resultó mucho más movida de lo que podía esperarse, con una doble presencia de banderas rojas por sendos accidentes de Sergio Pérez en la Q1 y Yuki Tsunoda en la Q3. Esto, junto a la aparición fugaz de la lluvia en la primera parte de la sesión clasificatgoria, propició que las posiciones fueran variables durante buena parte de la hora y media de actividad en pista -incluyendo sus respectivas interrupciones- en la que los españoles lograron salvarse del desastre. Carlos Sainz acabó en cuarta posición, con Fernando Alonso séptimo.
Para los pilotos españoles, la mañana del sábado trajo resultados dispares, con un Carlos Sainz que era quinto, sin acabar de convencer excesivamente pero con un resultado que invitaba a un tímido optimismo, en contraposición con un Fernando Alonso que ocupaba la décimo cuarta posición. De esta forma, el bicampeón del mundo tenía pocas expectativas de cara a una de las sesiones clasificatorias más importantes del año; la que más, seguramente, junto a la del Gran Premio de Mónaco, dada la dificultad para realizar adelantamientos en el circuito que le vio lograr su primera victoria allá por un lejano 2003.
La Q1 centró buena parte de la acción de la sesión clasificatoria, con presencia de la lluvia que complicaba la acción en pista, además de generar errores e incluso una salida de pista de Sergio Pérez que trajo una bandera roja. Ese tiempo extra resultó crucial para el desarrollo de la primera parte de la sesión clasificatoria, ya que aunque la pista llegaba a mojarse y parecía que los tiempos de los primeros minutos de sesión eran definitivos, al final hubo tiempo para que se rebajaran registros y hubiera riesgos irrazonables de quedar eliminado antes de hora, como le acabaría sucediendo a George Russell.
Sainz firmó una cuarta posición en Q1, mientras Alonso era duodécimo. Nada espectacular, pero suficiente para evitar la primera eliminación del sábado. También salvarían la segunda, con un Sainz que repitió cuarto puesto con Alonso esta vez séptimo. En unos minutos más convencionales, Aston Martin empezó a encontrar el ritmo que les había faltado durante todo el fin de semana. Promesas suficientes para poder afrontar la última parte de la sesión clasificatoria con la plana mayor de la Fórmula 1 actual, salvo los eliminados Russell y Pérez (que empieza a temer por su futuro inmediato en la categoría reina).
La decisiva Q3 tenía todos los ingredientes para resultar problemática para los pilotos participantes. Las expectativas de presencia de lluvia antes de que el cronómetro llegara a cero forzaban a los pilotos a salir de inmediato para marcar un tiempo competitivo, esperando que fuera suficiente para tener una buena posición de salida para mañana. Entre tanto, todos ellos buscaban organizar el segundo intento con normalidad… aunque el accidente de Tsunoda sacudió el momento y dejó una bandera roja con más de dos minutos en el cronómetro. Suficiente tiempo para que hubiera resalida… y la hubo.
Sin embargo, no hubo forma de que nadie mejorara sus tiempos, de manera que al final Carlos Sainz y Fernando Alonso mantuvieron las posiciones que se habían ganado en sus dos primeros intentos, con un cuarto y un séptimo puesto respectivamente. Mismo resultado que habían obtenido en Q2 y la demostración de que ambos pilotos españoles estarán en parrilla en la posición merecida según el rendimiento de sus monoplazas. Ferrari sigue a merced de los McLaren y Red Bull, mientras Aston Martin parece haber dado con la tecla correcta con las actualizaciones estrenadas este fin de semana en Hungaroring. En cualquier caso, mañana Sainz optará al podio, con el permiso del top 3, mientras Alonso buscará seguir sumando puntos.