Hace unos días la vida nos llevó a Àlex García, redactor de este portal y a un servidor a pasar cerca de la ciudad de Reims. Sin dudarlo dos veces, nos dirigimos hacia el oeste de la ciudad para encontrarnos con los restos de un circuito que entre 1950 y 1966 albergó un total de 11 Grandes Premios de Fórmula 1. Al contrario que en otros trazados históricos como Rouen-Les-Essarts, donde aparte de las carreteras por las que transcurrían las carreras ya no quedan prácticamente signos de evidencia del circuito, el caso de Reims es muy diferente y es por eso que debe ser un punto señalado en rojo para todos los aficionados al automovilismo.
Transitando por la N31 en dirección oeste llegamos a una rotonda donde nos desviamos hacia la localidad de Gueux. En ese momento la carretera comienza a descender y a lo lejos se empieza a apreciar el motivo por el cual merece la pena haber venido hasta aquí. El edificio de boxes, el edificio de cronometraje y la tribuna principal siguen intactos, a merced de los elementos, a los laterales de la carretera. Paramos el coche en el antiguo pit lane y comenzamos a recorrer la recta principal. Gracias a la asociación «Les Amis du Circuit de Gueux», todo lo que queda en pie se va restaurando poco a poco para mantener su estado original.
Lo que más impresiona a primera vista es que todos los carteles de patrocinadores tanto del edificio de boxes como de la tribuna se mantienen como los originales, transportándonos directamente a hace más de 50 años cuando la Fórmula 1 disputaba allí el Gran Premio de Francia. La pintura está ya algo deteriorada pero la asociación mencionada anteriormente tiene pendiente volver a pintar todo, cuando la situación económica lo permita. Afortunadamente y aunque en los pisos superiores hay algún rastro de presencia humana, la impresión es que la gente respeta mucho el lugar y no hay pintadas ni intentos de vandalismo, algo que todos los aficionados agradecemos y mucho.
Un trazado que guarda mucha historia
Caminando por el pit lane llegamos al lugar (cercano al box 27) donde en 1958 Juan Manuel Fangio aparcó su Maserati 250F después del Gran Premio y le dijo a su mecánico: «No corro más». Y en efecto, el 5 veces campeón del mundo de Fórmula 1 se retiró en ese preciso lugar. Si miramos hacia la última curva, el «Virage de Thillois» (donde actualmente hay una rotonda), todavía podemos imaginarnos el momento en el que Giancarlo Baguetti con un Ferrari privado superaba al Porsche oficial de Dan Gurney en la última vuelta del GP de 1961 para hacerse con su primera y única victoria en F1. Fue también en este escenario, pero en 1963, donde Jim Clark consiguió el tercero de sus ocho Grand Chelem (pole, victoria, vuelta rápida y liderar todas las vueltas).
La primera carrera disputada en Reims data del año 1926, utilizándose una primera versión del trazado que transcurría en parte por dentro de la localidad de Gueux. Antes de la Segunda Guerra Mundial, hombres como Louis Chiron o Tazio Nuvolari alcanzaron la gloria en el circuito francés. En los dos primeros años de la era Fórmula 1 triunfó Juan Manuel Fangio (en 1951 compartiendo coche con Luigi Fagioli) antes de la primera remodelación de trazado. En 1952 el GP de Francia se disputó en Rouen, antes de volver en 1953 a Reims. El circuito ya no pasaba por dentro de Gueux y tras la recta de meta se construyó una larga curva hacia la derecha, antes de una sección rápida que desembocaba en la horquilla de Muizon.
Mike Hawthorn ganó en 1953, antes de que el trazado se remodelara por última vez suavizando las dos horquillas. Esto dejaba una cuerda total de 8.302 kilómetros, configuración que se mantuvo hasta 1969 cuando la última carrera en Reims. En el año 1958 el circuito vivió uno de sus episodios más trágicos, con la muerte de Luigi Musso en pleno Gran Premio. El italiano se salió de la pista en la curva Gueux y sufrió un fuerte accidente tras golpear una zanja. Jack Brabham fue el último vencedor de una carrera de Fórmula 1 en el trazado francés, año en el cual Lorenzo Bandini realizó la vuelta más rápida al circuito en la clasificación. El italiano con el Ferrari 312/66 paró el cronómetro en 2:07.8, logrando una velocidad media de casi 234 km/h. Además de las carreras de monoplazas, Reims también era famoso por sus carreras de resistencia de 12 horas, donde pilotos como Stirling Moss, Oliver Gendebien, Pedro Rodríguez, Graham Hill o Jo Bonnier se alzaron con la victoria.
Reims es historia del automovilismo y debe ser un destino marcado en rojo para cualquier aficionado. Una visita más que obligada para hacer un viaje en el tiempo y revivir uno de los circuitos clásicos mejor conservados actualmente. A continuación os dejamos con una galería de algunas fotos que tomamos durante nuestra visita. ¡Esperamos que las disfrutéis!
Galería de imágenes – Circuito de Reims en 2021
Fotos | Víctor Forner y Àlex García