Continúan las adversidades de Ferrari en este final de temporada. La carrera de Austin fue una carrera para el olvido, con la rotura de suspensión de Sebastian Vettel en los primeros compases de la carrera, y el pobre ritmo de Charles Leclerc, que no pudo hacer nada para seguir el ritmo de los Mercedes y de Max Verstappen. El monegasco venía de un cambio de motor, a una versión anterior, tras romper su unidad de potencia en los terceros entrenamientos libres. Al volver a un motor usado, no acarreó penalización, pero Ferrari ha anunciado que montarán una unidad nueva para este fin de semana.
Como mínimo, Leclerc será penalizado con 10 posiciones, por cambiar el motor de combustión interna, que tuvo una fuga de aceite en la FP3 de Austin. Esto viene después de la polémica por el consumo de flujo del SF90, con muchos opinando que el bajo rendimiento de Ferrari no fue por la especificación antigua, si no por haber tenido que limitar el flujo de combustible. Mattia Binotto, jefe del equipo, ha comentado la decisión de cambiar el motor del monegasco.
Charles tendrá un motor nuevo aquí [en Sao Paulo], después de que el suyo fuera dañado en Austin, lo que nos hizo montar una versión anterior, menos potente. Montar un motor nuevo significa ser penalizados en parrilla, pero tenemos que volver a tener nuestro rendimiento habitual y poder seguir luchando hasta el final de la temporada. Esto será importante para saber que estamos haciendo un buen trabajo con el coche, y coger impulso para trabajar durante el invierno. Se que nuestros pilotos y todo el equipo está centrado en ello.
Ferrari espera tener una buena carrera en en Autódromo Jose Carlos Pace, circuito que se les ha adaptado bien en los últimos años. Kimi Räikkönen acabó en el podio la temporada pasada, mientras que en 2017 Sebastian Vettel se proclamó vencedor. El alemán será en principio la principal baza de la Scuderia, que espera volver al rendimiento mostrado en la segunda mitad de esta temporada.