Los test de pretemporada 2019 son como una montaña rusa. Un día estás arriba y el siguiente, hundido. O si eres Ferrari, al revés. Después de un miércoles complicado con muy poco rodaje, el jueves fueron el tercer equipo que más vueltas dio solo por detrás de Mercedes y Williams, firmando además tiempos muy interesantes tanto con neumáticos muy duros como con gomas muy blandas. Lo mejor de todo para los italianos, Charles Leclerc es optimista y apuesta por la Scuderia, aunque reconoce que no se podrá saber dónde está cada equipo hasta que llegue la sesión clasificatoria del GP de Australia.
Puesto que Leclerc no está habituado a hablar con la prensa, algunas de sus respuestas son bastante honestas y dicen más de lo que parece. Pero de entrada, el monegasco reconoce que está contento con lo que ha visto hasta ahora: «El coche no ha cambiado desde el día uno. Es cómodo, el equilibrio es bueno… día positivo y después de no poder rodar ayer, ha sido un buen día para nosotros. Me siento cómodo con el coche y estoy satisfecho con los test que hemos hecho y aunque queda mucho por aprender, hemos tenido un buen inicio. También es bueno estar arriba en la tabla de tiempos pero no significa nada. Creo que, como todos los demás, no estamos yendo ninguno al máximo. Yo estoy aprendiendo y mejoro vuelta tras vuelta. Por ahora, tiene buena pinta», comentó.
Una de las claves de la temporada 2019 en Ferrari será la relación entre sus dos pilotos en un año en el que optan a terminar con una sequía de diez años sin ganar ningún título. Según el nuevo ‘recluta’ de Maranello, la relación entre por ahora es buena: «Sebastian (Vettel) y yo necesitamos trabajar juntos para mejorar el coche, pero naturalmente quiere batirme en pista tanto como yo a él. Eso significa que no puedo ir y pedirle muchos consejos pero seguro que puedo aprender de él, mirando sus datos y viendo cómo trabaja con el equipo. Para ser sincero, el ‘feedback’ de Sebastian y el mío han sido iguales, lo cual es bueno para el equipo. Sí es cierto que tenemos estilos de pilotaje distintos… veremos en Australia, qué tal. Tenemos pequeñas diferencias entre nosotros pero en cualquier caso, hay mucho que aprender de él», explicó.
Para Leclerc, indudablemente ser piloto de Ferrari es algo especial, pero reconoce que se centra en trabajar cuando se sienta al volante del SF90: «Me gusta el color rojo pero cuando estoy en el coche, intento centrarme en el trabajo y no en todas las emociones que tengo en mi cabeza. Esto es importante, en mi opinión. Estoy aquí para hacer mi trabajo y estoy centrado al 100% en cómo pilotar en lugar de qué estoy pilotando». En materia de sentimientos, el campeón de la Fórmula 2 de 2017 se siente listo para comenzar la temporada tras su último día de test: «No estoy nervioso por llegar a Australia. Mi tarea es hacer el mejor trabajo posible. Soy consciente que el camino es largo y los comienzos con un nuevo equipo siempre son complejos. Pero entrenaré al máximo las próximas semanas antes de Australia para intentar estar al 100% física y mentalmente. Intentaré hacer lo mejor posible pero no quiero marcarme una posición concreta»; concluyó.
Tan cándido como siempre, Leclerc admite que no tiene la fortaleza técnica que desearía tener: «Es difícil juzgar las diferencias entre el coche del año pasado y el de este. Mi punto flaco es el conocimiento técnico y es algo que estoy seguro que iré aprendiendo con experiencia, pero sí sé que el coche es muy equilibrado», aseveró. Finalmente, deja claro que en Ferrari están confiados y aunque sin excesos, creen que pueden pelear: «Está todo el mundo muy tranquilo. Hay una energía positiva muy buena en el equipo. Es difícil decir dónde estamos. Creo que estamos fuertes pero no sabemos dónde están Mercedes y Red Bull; eso lo descubriremos en la primera sesión clasificatoria. Pero por nuestra parte, estamos contentos. Estoy contento así que apostaría por Ferrari». Australia hablará…