Se le notaba visiblemente enfadado después de lo ocurrido en el Gran Premio de Bahréin, una efervescencia que creció aún más cuando le tocó penalizar en el Gran Premio de Arabia Saudí y partir desde la segunda mitad de la parrilla. El abandono en Australia terminó por ser la gota que colmaba el vaso. Charles Leclerc se iba al parón primaveral con mucho tiempo para pensar y con unas dudas razonables de un inicio de temporada que había sido fatídico para sus opciones de pelear por el título un año más.
Con la actualidad informativa centrada en los cambios al frente de los distintos equipos, sorprendió cuando en Italia empezaron a situar al monegasco lejos de la Scuderia Ferrari y cada vez más cerca de Mercedes-AMG F1. Leclerc sería el recambio de un Lewis Hamilton que echaría en falta también un monoplaza competitivo, mientras que Charles saldría del paraguas de los italianos como también hicieron Sebastian Vettel o Fernando Alonso tras años de frustración por no poder llegar al ansiado título.
Y llegados a Bakú, con el Gran Premio de Azerbaiyán ya a la vuelta de la esquina y el estreno del nuevo formato de fin de semana con carrera al sprint, Leclerc no ha sido todo lo tajante que se esperaba a la hora de poder negar los rumores: “No, todavía no, no por el momento”, esa era la primera frase con la que respondía cuando era cuestionado acerca de si se había sentado a conversar con Mercedes. “Estoy totalmente centrado en el proyecto que tengo hoy: que es Ferrari. Confío plenamente en el equipo y confío en el futuro, y luego ya veremos”.
Después de ese primer aviso, Charles procedía a dejar algunas palabras sobre su compromiso con los de Maranello, quizás para evitar posibles tensiones durante el fin de semana innecesarias en la actualidad: “Estoy completamente comprometido con Ferrari y amo a Ferrari. Siempre ha sido un sueño para mí estar en este equipo, y mi principal prioridad es ganar el Campeonato Mundial con el equipo, así que no, no es algo en lo que piense”.
Leclerc renovó hace dos años por el equipo Ferrari con un contrato que le ligaba a los italianos hasta finales de la temporada 2024. En ese momento parecía que Charles iba a ser la gran apuesta de futuro de la Scuderia, sin embargo, la falta de resultados parece haber incomodado lo suficiente al piloto como para que no dé completamente por seguro su futuro junto a los de Enzo Ferrari.