Chase Elliott logró una impresionante victoria en el circuito de Phoenix Raceway porque inició la carrera entre los últimos debido a un problema en la inspección. Pero ello no fue impedimento para que el piloto de 24 años llevara a su Chevrolet Camaro número 9 a liderar 153 vueltas, incluyendo las 42 finales. Su triunfo le concedió el título en la Cup Series, así que emuló a su padre Bill, quien fue el campeón de 1988. Es la tercera pareja padre e hijo que logra la hazaña tras Lee y Richard Petty; y Ned y Dale Jarrett.
Elliott era considerado el favorito para alzarse con la corona debido a que resultó el mejor en los playoffs liderando 564 vueltas, sumando 364 puntos en la general y 100 por etapas, y también fue el mejor en cuanto a promedio de posición en carrera con un 5.9. La trayectoria de Elliott resulta destacada cuando se toma en cuenta que es el tercer campeón más joven de la Cup Series y todavía es el más joven en alcanzar el título de la Xfinity Series, hazaña que logró a los 18 años de edad.
La remontada de Elliott es para destacar tomando en cuenta los riesgos a los que se está expuesto cuando se avanza desde la parte posterior de una parrilla tan numerosa. Permaneció en el puesto 25 durante las primeras cinco vueltas y luego ascendió hasta el lugar 20. Para la vuelta 16 se ubicó 15 y no tardó mucho en superar a su compañero de equipo Jimmie Johnson. Para la vuelta 30 ya Elliott ingresaba al grupo de los diez mejores y a partir de allí inició una escalada que le llevó hasta el tercer lugar, para entonces corría junto a los otros aspirantes al título: Brad Keselowski, Joey Logano y Denny Hamlin.
Joey Logano pasó primero en la etapa inicial de la carrera mientras Elliot finalizó tercero, posición que mantuvo tras las primeras detenciones en los pits. Para la vuelta 115 se ubicó segundo y para la 120 asumió el liderato. A partir de allí Hendrick Motorsports se aseguró de tomar las mejores decisiones para que su piloto permaneciera al frente. En la vuelta 140 nuevamente se detuvo en boxes y regresó en el puesto 13, nuevamente inició una feroz remontada que le llevó a la cima del pelotón.
En la vuelta 161 se presentó un régimen de bandera amarilla y Elliott se detuvo en pits otra vez, regresando a la pista en segundo lugar. Para entonces Logano, Keselowski y Hamlin seguían en la zona delantera. Keselowski se anotó la segunda etapa seguido por Elliot, quien aprovechó una lenta parada del piloto de Penske para afianzarse en el primer lugar a partir de la vuelta 184.
Elliott comenzó la tercera etapa en primer lugar y se mantuvo allí hasta que desde su equipo lo llamaron para su última detención. Regresó en segundo lugar con tiempo suficiente para iniciar un último ataque por la victoria, Elliot superó a Joey Logano a 42 vueltas para el final y se limitó a administrar una ventaja de más de tres segundos sobre su escolta. A falta de diez vueltas, todo estaba sentenciado.
Por su parte, Jimmie Johnson finalizó en la quinta posición por detrás de los cuatro pilotos que llegaron a Phoenix con aspiraciones al título. Ryan Blaney, Kevin Harvick, Matt DiBenedetto, William Byron y Martin Truex Jr. completaron los diez mejores tras el banderazo a cuadros. El título de Elliot también significó el regreso de Chevrolet a lo más alto de la NASCAR Cup Series, siendo esta ocasión la primera para el Camaro.
En Palabras de Chase Elliott:
Esto es increíble. Lo logramos. Es irreal. Nunca hubiera pensado que este año hubiera sido como ha pasado. Quiero decir, soy el campeón de la NASCAR Cup Series. ¿Estás bromeando?
Vía | Hendrick Motorsports