Mañana, en el circuito de Phoenix Raceway, se definirá el campeón de la NASCAR Cup Series y por primera vez en los últimos cuatro años un piloto de Chevrolet se presenta con opciones de alcanzar el título. Chase Elliott con el Camaro número 9 de Hendrick Motorsports deberá confrontar a Joey Logano y Brad Keselowski con sus respectivos Mustangs de Team Penske, y a Denny Hamlin con el Toyota Camry de Joe Gibbs Racing. El último piloto que ganó la Cup Series para Chevrolet fue Jimmie Johnson, quien alcanzó su séptimo y último cetro en la temporada de 2016.
Para Jim Campbell, vicepresidente de desempeño y deportes de motor de Chevrolet, resulta reconfortante volver a tener a un piloto entre los finalistas. No estaban acostumbrados a pasar tantos años a la sombra de sus rivales y por tal razón están muy emocionados por lo que ha demostrado Elliott este año. Su presencia en la final no es casualidad puesto que ganó en cuatro ocasiones durante la temporada. Lamenta que los otros representantes de Chevrolet en los octavos, Alex Bowman y Kurt Busch, no hayan podido acceder a la fase definitoria, al igual que William Byron y Austin Dillon, quienes se quedaron en el camino tras los playoffs.
No solamente para Chevrolet estar en la final de la Cup Series representa un gran desafío, también lo será para Hendrick Motorsports puesto que deberá hacer frente a estructuras como Team Penske, que tendrá dos pilotos con opciones al título, y Joe Gibbs Racing, con basta experiencia en estas lides. Para Rick Hendrick, propietario de Hendrick Motorsports, el hecho de al menos tener una oportunidad de ganar el título tiene emocionado al grupo, pero tratan de mantener los pies en la tierra ante semejante competencia.
Campbell subrayó el hecho de que Chevrolet, ante tantos fracasos consecutivos, implementó una estrategia que ha tardado dos años en mostrar resultados. Reunir a representantes de Richard Childress Racing, Hendrick Motorsports y Chip Ganassi Racing para que trabajen de forma coordinada a través de diferentes iniciativas y proyectos. Chevrolet les hizo saber que no estaba conforme con el desempeño del Camaro en la Cup Series, las temporadas eran mediocres y era complicado de asimilar tras realizar una importante apuesta por uno de los coches más emblemáticos de la marca.
En palabras de Jim Campbell:
Definitivamente es más divertido cuando tienes un Chevy en la final. Es algo en nuestra historia a lo que estamos acostumbrados, así que es genial estar de regreso. Creo que era hora y ciertamente había cierta urgencia por parte de Chevrolet de tener un representante en el campeonato. Es difícil ganar una carrera y ver a Chase [Elliott] tener un año en el que ganó cuatro veces, y ganó en un momento decisivo en los octavos de final en Martinsville, simplemente es increíble.
Vía | Racer