La pretemporada sigue su curso y los equipos ponen sus monoplazas a prueba en el Circuit Barcelona-Catalunya. Con la meteorología amenazando el plan de trabajo de los equipos, estos intentan acumular la mayor cantidad de información posible. La intención es clara: llegar al Gran Premio de Australia con los deberes hechos.
El ritmo de trabajo no cesa y las escuderías no pierden el tiempo. En el paddock no para de crecer la tensión entre los equipos punteros. Si en las últimas temporadas ha sido principalmente Ferrari quién se lo puso difícil a Mercedes, el pasado año se le sumó Red Bull Racing. Los de Milton Keynes saben que tienen la posibilidad de poner contra las cuerdas a ambos equipos y la presión psicológica es evidente.
El equipo austriaco no ha tenido una pretemporada fácil. Hace algo más de un mes el genio de la lámpara, Adrian Newey afirmaba que el diseño del nuevo monoplaza se retrasaba. Según el director técnico del equipo, desde que Renault tiene equipo propio han dejado de lado las peticiones de sus equipos clientes.
El team principal de Red Bull Racing, Christian Horner, considera que existe una relación muy estrecha entre ambas escuderías, quizás demasiado. Entre los diferentes elementos que ha tenido en cuenta para afirmar eso, destaca que han recurrido a la misma empresa para hacer las retransmisiones de las presentaciones oficiales. ¿Intereses comunes? También amenazas comunes, dejando entrever en más de una ocasión que ambas podrían dejar el campeonato si apreciaban que este no se dirigía hacia el lugar correcto.
Mercedes y Ferrari están trabajando como si fueran un mismo equipo estos días. En ocasiones es complicado saber quién es quién. En los últimos años ha existido una relación muy cercana entre ellos. Incluso, han retransmitido las presentaciones del otro y cosas de ese tipo durante estos días.
Vía | SkysportsF1