No son buenas semanas para el mundo del deporte ante la alerta mundial fruto de la presencia del coronavirus, enfermedad de difícil control que empezó en China y se ha propagado por distintos países. Su ratio de eficacia es bajo y la cantidad de víctimas mortales es por ahora menor que en una gripe común, pero la falta de control claro sobre la expansión del virus ha generado miedo ante la incertidumbre. La llegada del virus a España tampoco ha pasado desapercibida y hay integrantes del motorsport afectados, incluso aquellos que están de visita.
El nuevo perjudicado indirecto es Christian Lundgaard, alojado en el Hotel H10 Costa Adeje Palace después de realizar un entrenamiento invernal organizado por la Renault Sport Academy. El danés no tiene síntomas que muestren la presencia del COVID-19 en su cuerpo pero las autoridades tinerfeñas han activado un periodo de cuarentena de dos semanas para todos los huéspedes del hotel, blindado desde la aparición de un positivo por parte de un doctor italiano y su esposa. Este aislamiento impedirá a Lundgaard tomar parte en los test de pretemporada de Fórmula 2, previstos en Baréin entre el domingo 1 y el martes 3 de marzo.
Dichos test se disputarán hasta nuevo aviso a pesar de las alertas que llegan desde la vecina Arabia, que ha suspendido visados a personas de distintos países y prohibido entradas a la Meca por la enfermedad. El mundo de las carreras se ha movido en prevención: el Gran Premio de China ha sido aplazado y el de Vietnam está vigilante, el ePrix de Sanya también fue suspendido y distintos eventos en Italia se han visto también afectados, incluyendo el ePrix de Roma, los test de pretemporada del DTM y el comienzo de las GT World Challenge Europe, estos dos últimos en Monza.