Fuera de competición desde 2016, el Citroën DS3 WRC con el número de chasis 17 es quizás uno de los más famosos de este modelo que compitió en el Mundial de Rallyes entre los años 2011 y 2016. Por su volante pasaron algunos de los principales pilotos oficiales de la firma de los dos chevrones, pero no es únicamente esta variedad de talento la que le hace tener ese destacado pedigrí en competición, sino que además fue protagonista de algunos de los momentos clave del Campeonato del Mundo.
Muchos lo conoceréis porque sobre su carrocería se estamparon las cifras que marcaron una época con Sébastien Loeb. La unidad empleada por el alsaciano en su rally de casa en 2013 fue precisamente con la que se despidió, la llamada a ser el último WRC con el que veríamos competir al nonacampeón en el Mundial antes de su paso a los circuitos. En su librea completamente teñida de negro se estamparon los números que le convirtieron en mito, entre ellos sus 9 títulos mundiales y sus 78 victorias hasta esa fecha… Quién nos iba a decir que lo veríamos seis años después ganando el Rally de Catalunya con el Citroën C3 WRC.
Ese coche no cesó ahí su actividad y al año siguiente siguió estando en competición, pero quizás lo que pocos sabrán es que Dani Sordo utilizó este mismo coche para lograr su primera victoria en el WRC, concretamente en el Rallye de Alemania 2013. Por si fuera poco, dos años más tarde, Citroën Racing seguía empleándola a modo de amuleto, por lo que no fue de extrañar que Kris Meeke consiguiera su primer triunfo mundialista también con ella, concretamente en Rally de Argentina de 2015. También sería la penúltima victoria de un Citroën DS3 WRC en las series intercontinentales, ya que Meeke logró con ella su triunfo en Portugal 2016, despidiendo con honores a un coche que no tuvo el relevo esperado.
Recapitulando, a sus espaldas se acumulan hasta 11 victorias de 32 posibles, de las cuales, las seis primeras las consiguió Sébastien Loeb en 2012 a su volante, sumando el primer puesto en todas las citas en las que el francés compitió con ella durante aquella temporada. Tras su retirada en 2016, con el vuelco de Craig Breen en Gales, la unidad se reconstruiría y sería vendida a PH Sport, equipo que lo guardó en su museo y que recuperó los colores que lució en Alsacia 2012, denotando lo especial que era precisamente este modelo. Ahora está a subasta dentro de la casa Aguttes, por lo que estás a tiempo de pujar por el lote nº140… qué bonito hubiera sido que le hubieran puesto el #17.
Vía | Aguttes
Foto | FIA