Mañana se cumplirá una semana desde que Citroën Racing anunciara el regreso de Sébastien Ogier al equipo a partir de la próxima campaña. A pesar de que la firma de los dos chevrones no aclaró en un primer momento la duración de este acuerdo para el regreso de uno de sus hijos pródigos, finalmente sería el propio Ogier en el que en una entrevista a L’Equipe apuntaría que se trataba de un contrato que le uniría a la firma gala para las dos próximas temporadas.
Desde entonces, la sensación es que el semblante de esa Citroën Racing ha cambiado a uno ilusionante. A pesar de ocupar la última posición en la general de equipos actualmente y después de la polémica que suscito el despido de Kris Meeke, Pierre Budar ha retomado el timón de la nave roja y para ello cuenta con un perfecto comandante. Sin embargo, el ingeniero francés sigue teniendo una idea en mente, reunir a los dos Sébastien en el mismo equipo casi una década después de aquella guerra interna que terminaría desembocando en la salida de Olivier Quesnel y del propio Ogier.
Loeb, el cual tenía programado competir en tres rallyes esta temporada del WRC, México, Corcega y España, sigue siendo en la actualidad piloto Peugeot Sport, aunque con la decisión de aunar todos los departamentos deportivos bajo el nombre de PSA Motorsport es cierto que las fronteras han quedado ligeramente diluidas y el trasvase de recursos humanos parece más sencillo, incluso cuando hablamos de un nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes. A la espera de ver qué planes tiene Loeb para su futuro y si Peugeot Sport se mantendrá un año más en el World RX después de venirse en parte abajo el futuro del E-WRX, las opciones de volver a ver al dominador de la pasada década en el Mundial de Rallyes no parece descartable, aunque en ningún caso a tiempo completo.
Esto se ha podido observar precisamente en las últimas declaraciones de Budar a la web del campeonato, precisamente en la previa del Rally de Gales, reconociendo que le encantaría contar con el alsaciano en algunas pruebas esporádicas. Sin embargo, el propio dirigente de Citroën Racing apunta a que la prioridad sigue siendo la de encontrar un buen segundo piloto, con Esapekka Lappi constantemente relacionado con una inminente llegada a la estructura de los de Versalles. Queda en el aire por el momento el tener una tercera unidad, aunque si se confirma la llegada de Red Bull, está claro que los austriacos empujarán por tener un Citroën C3 WRC a disposición de Sébastien Loeb siempre que pueda y quiera.
Para nosotros podría ser la guinda encima del pastel si podemos hacer algo con él. Estamos llendo paso a paso, primero vamos a finalizar nuestra alineación y el programa de nuestro equipo y entonces veremos si podemos hacer algo más adelante con él. Tenemos que confirmar el segundo coche todavía para estar al mejor nivel y luego ya veremos. Si tenemos la oportunidad de tener una tercera unidad, entonces empujaremos por ello, pero la prioridad es asegurarse de tener dos buenos coches para pelear.