En un Rally del WRC cuentas con la ayuda del copiloto y de sus notas tomadas en los reconocimientos para guarte, sin embargo, en los rally-raids este panorama cambia y los competidores salen al recorrido sin tener una referencia más allá de los elementos que aporta la organización de cada una de las pruebas. El Roadbook pasa a ser un elemento indispensable para poder llegar a la meta, hasta tal punto que un error al interpretarlo no solo puede ser fatal para tus opciones de victoria, sino que además puede situarte en una situación de peligro, pero, ¿cómo funciona?
En el Dakar se utilizan tres columnas. En la primera de ellas se reflejan dos valores, uno de ellos con el kilometraje total y otro con la distancia entre viñetas. En el medio nos encontramos la pista a seguir, así como referencias orográficas o la pista que debemos seguir en un cruce. La tercera está reservada para anunciar peligros con exclamaciones, el CAP o Rumbo y señalizaciones verticales que nos puedan ayudar.
Es en este punto donde los pilotos de motos/quads y copilotos suelen hacer su trabajo de cada tarde o noche. Lo habitual es utilizar el color verde para marcar la pista que no implican ningún peligro, el azul para indicaciones más complejas y el rojo para destacar las exclamaciones. Después cada uno tiene su propio código de colores, e incluso su forma de remarcar los distintos peligros, algo que puede tender a estandarizarse con la decisión de entregar los roadbooks solo unos minutos antes de la etapa y no el día anterior. En el caso de los navegantes es importante (Pablo Huete nos comentó que como debido a su poca experiencia debía estudiarse muy bien la nomenclatura), sin embargo, para lo motards lo es todavía más ya que ellos deben pilotar y navegar al mismo tiempo.
El trip se encarga del rumbo y los kilómetros recorridos:
El Trip-Master o “trip” para concretar, es otro de esos elementos clave para la navegación. Gracias a esta pequeña pantallita se pueden tener numerosos valores para poder navegar con mayor facilidad y correlacionar los datos de nuestro avance con los del Roadbook. Muchos motards llevan dos por si falla uno, tal y como le ha pasado hoy a Laia Sanz tras su caída, aunque en este caso es más por comodidad, ya que en uno suelen llevar el Cap o rumbo en una flecha y tres dígitos (grados) y en el otro suele reflejarse el odómetro con dos decimales .
Ambos son esenciales en el Dakar, ya que al contrario que en carreras en pista o de enduro, en el desierto muchas veces tendremos que guiarnos por estas cifras de rumbo cuando alcancemos un Waypoint y no haya otra referencia visual destacada. El motard suele tener junto a los puños una o dos botoneras con las que controlaremos la información mostrada en el trip, la posibilidad de aumentar o reducir los valores, así como la posibilidad de controlar el avance del roadbook a través de un holder con motor.
Los competidores en motos y quads requieren algo más de tiempo (es por ello que en su caso se entregan los roadbooks 25 minutos antes del inicio de la etapa en lugar de 15 minutos como en los coches) para instalar el rollo en la torreta situada frente a sus manillares. Todo con el objetivo de encontrar siempre el camino correcto en el menor tiempo posible.