Fue una de las historias de esta semana. Las grandes ollas que se encontraron los equipos en las dunas de Pisco durante la segunda jornada fueron todo un quebradero de cabeza, especialmente para los camiones, de los cuales, casi la mitad de los inscritos se quedaron durante horas atrapados en un gran ‘cenicero’ del que muchos no consiguieron ni tan siquiera salir, obligando incluso a la organización a idear un recorrido alternativo para no encontrarnos con una criba de dimensiones descomunales dentro de la categoría.
Uno de los grandes perjudicados de esta jornada fue precisamente Jordi Juvanteny y sus dos compañeros de cabina, José Luis Criado y Xavier Tamayo. El MAN 6×6 poco podría hacer para elevar sus más de 12 toneladas en el mismo lugar en el que estaban sufriendo los T4 que sirven como referencia entre los camiones con sus más de 800 CV para 10 toneladas de peso. Tras ayudar uno a uno a todos y cada uno de los participantes atascados en aquel punto, el último de ellos se fue sin mirar atrás, incluso con las eslingas todavía colgando y sin devolverle la ayuda prestada al camión de Epsilon.
Durante un día estuvieron allí encerrados Juvanteny y sus dos compañeros a la espera de poder contratar maquinaria pesada que les ayudara a salir de aquel infierno. Finalmente llegó un Bulldozer de los que trabajan en grandes explotaciones a cielo abierto de minería para abrirles un pasaje en la arena por el que sí pudiera salir el camión con los colores de KH-7 Sport. Demasiado tarde, superadas la hora límite, forman parte de uno de los 14 abandonos de 44 participantes que comenzaron la aventura dentro de esta categoría.
