No te duermas en los laureles. Esa es uno de los conceptos básicos que todo equipo de automovilismo debe entender si quiere que su rendimiento le permita mantenerse en la lucha por las victorias. La mayoría de las estructuras afrontan este fin de semana como el más importante del año, con la salvedad de Citroën Racing, estructura que ya piensa en un ilusionante 2019, año en el que además de las llegadas de Sébastien Ogier y Esapekka Lappi, a la que se puede sumar de forma puntual Sébastien Loeb, también supondrá la llegada de mejoras tanto para la versión WRC como para la R5 (lo actualizarán dentro de su primer año de vida mientras que todavía no se ha aclarado que vaya a haber programa en WRC2 Pro) del Citroën C3.
Previsiblemente ninguno de los equipos tendrá un invierno tranquilo. Preparados para afrontar la tercera temporada con esta normativa de vehículos, los coches siguen recibiendo mejoras tal y como hemos visto esta temporada, con la mayoría de ellos empleando los jokers disponibles para estrenar novedades en materia de geometrías, diferenciales y aerodinámica. En el caso de Hyundai se trabajó principalmente en el motor y en mejorar el comportamiento del coche especialmente en asfalto debido a su acusado subviraje. En cuanto a Citroën, se emplearon los comodines para neutralizar esas reacciones en ocasiones imprevisibles del eje trasero.
M-Sport sigue sin confiar en todas las superficies en los pasos de rueda traseros empleados por Ogier en Finlandia, Alemania y España (este fin de semana no los llevará y empleará a su vez amortiguadores Sachs mientras que Suninen y Evans llevarán Reiger), algo que previsiblemente le llevará a continuar con el desarrollo aerodinámico junto a Ford Performance para 2019 mientras se complementa el trabajo en el nuevo Ford Fiesta R5 que se espera que sí esté inscrito dentro de WRC2 Pro.
Quizás uno de los equipos que más pasos ha dado en firme y acertada ha sido precisamente Toyota GAZOO Racing, algo que le ha permitido recuperarse del varapalo de la primera mitad de temporada y terminar el año con opciones de título en ambos campeonatos. Ott Tänak nos reconocía abiertamente durante el Rally de Catalunya que el Yaris WRC “ha mejorado tras cada evento, cada test… El punto fuerte del Yaris es el coche en sí mismo. Es un coche sólido y muy competitivo. Somos muy rápidos en las carreteras rápidas con buen agarre. También creo que la aerodinámica es otro punto fuerte del coche, porque marca una buena diferencia en las carreteras de alta velocidad.”
Es precisamente la aerodinámica del Toyota en lo que más se fijaron sus rivales. Durante los últimos meses hemos visto cómo M-Sport o Hyundai han estrenado soluciones similares en la zona posterior de sus vehículos, mientras que los hombres de Mäkinen se centraron en mejorar la entrega de potencia del motor en todos los rangos, especialmente los bajos, así como cambios en el resto de elementos susceptibles a mejorar la tracción. Jari-Matti Latvala nos reconocía durante la cita española que en poco se parece el coche con el del año pasado:
El motor ha mejorado, hemos mejorado la suspensión y la transmisión. También hemos rebajado el peso del coche. El primer año fue de aprendizaje, porque queríamos recoger datos. Este año hemos tratado de optimizar todo. Está claro que hemos sido capaces de mejorar en cada área. Es muy complicado decir cuánto más rápidos somos en comparación con el año pasado, pero sí, somos varios kilómetros por hora más rápidos.
En el caso de Tommi Mäkinen, también nos reconoció que se había solucionado en gran parte el problema de refrigeración que tenían y que ya habían padecido desde 2017. Se ha reducido el peso, se ha mejora la tracción y el motor en bajas, así como la refrigeración y algunos cambios en el diseño inicial del coche como el paragolpes en una pieza que obligaba al equipo a cambiar todo el frontal cada vez que se dañaba el splitter inferior:
Hemos hecho algunos test más y cambios generales, diría que principalmente para encontrar más tracción. Encontramos muchas dificultades durante 2017 y principios de 2018 con varios problemas por el calor de rallyes como México o Argentina. Durante el verano llevamos a cabo el desarrollo masivo con un nuevo sistema de refrigeración, que nos fue bien en Turquía, donde hizo calor. Seguimos buscando una combinación de velocidad y fiabilidad para estas condiciones difíciles. Siempre supone un reto, porque necesitas rendimiento, puedes hacer un coche fuerte pero que no rinda especialmente bien. Es cuestión de encontrar el equilibrio con todo.
¿Y de cara a 2019? Esa fue una pregunta que realicé en varias ocasiones, incluido al responsable de motores de TMG allí presente. Además del proyecto Toyota Yaris R5, Tommi Mäkinen nos apuntaba a que la intención es la de seguir mejorando los limitados jokers de los que se disponen, cinco en el caso del chasis, tres en el apartado del motor. Especialmente se plantea la modificación del conducto NACA trasero para ayudar a la refrigeración de los frenos posteriores:
No haremos muchos cambios para el año que viene, porque tenemos muy pocas posibilidades, tenemos sólo 3 jokers. Intentaremos homologar varias partes de la transmisión, tendremos que ver cuándo tenemos la posibilidad. Nos gustaría hacer algunos cambios aerodinámicos, pero sólo en el panel trasero. También nos gustaría mejorar nuestro sistema de refrigeración de los frenos traseros. Si no lo hacemos para el año que viene, lo haremos para 2020.