Elfyn Evans lo hizo casi todo bien este fin de semana en el Rally de Argentina. Supo atacar cuando al resto le sobrevinieron los problemas y sólo la pérdida del parachoques, y con él del difusor, le hicieron dilapidar toda la ventaja en la que había trabajado durante la jornada del viernes y el primer bucle del sábado. Caprichosos son los rallyes, tal y como ya demostró el Rally de Polonia 2016 con Ott Tänak y Andreas Mikkelsen como protagonistas, aquí incluso fue aún más cruel con el aspirante.
Sólo siete décimas, el tiempo que se invierte en pasar una página del cuaderno de notas, algo menos de lo que Evans se dejó en uno de los ya conocidos puentes de la zona de Traslasierra. Allí, el piloto de DMACK se dejaba su triunfo tras realizar una primera especial de El Cóndor que nos recordó en parte a la inolvidable actuación de Hayden Paddon en ese mismo escenario un año antes. Se repitió en su lugar el final descorazonador que ya sufrió sobre sus propias carnes el ex-compañero de Elfyn, de nuevo dejando a las puertas de la gloria al fabricante británico de neumáticos, el cual se encuentra realizando un esfuerzo títánico no sólo para enfrentarse a una de las marcas por antonomasia en competición, Michelin, sino también para tener su propio equipo en liza.
Terminará llegando, tarde o temprano. Ya han sido varios los coqueteos con la victoria de DMACK y a pesar del cambio de reglamento técnico, y los nuevos World Rally Cars más potentes, el fabricante está demostrando que son capaces de fabricar un producto de calidad, a la altura de la competencia, incluso un paso por delante en determinados terrenos a la espera de ver cuál es la contestación de los del Bibendum en cuanto a su compuesto más blando.
Seguramente ellos, Michelin, junto a Thierry Neuville, fueron de los pocos que pudieron salir satisfechos tras el Rally de Argentina tras una situación parecida a la que ya vimos en Córcega. No podemos ocultar que de no ser por los dos errores en Monte-Carlo y Suecia, ahora mismo el piloto belga sería un quebradero de cabeza muy importante para Sébastien Ogier. A pesar de ello, la diferencia ya se ha visto neutralizada hasta los 18 puntos y por su parte el Hyundai i20 WRC sigue demostrando tener un poco más de velocidad al menos cuando está Neuville tras el volante.
Thierry ha monopolizado prácticamente por completo los scratchs conseguidos por el fabricante surcoreano en este Mundial de Rallye de 2017, mientras que en M-Sport, los cuales cuentan casi con la misma cifra de mejores tiempos en tramos, se encuentran más repartidos entre el propio Ogier y sus dos compañeros (la actuación de Evans en la cita sudamericana, más la cosecha de Monte-Carlo así se lo permitía). El dúo Neuville-i20 Coupe WRC comenzó siendo el más potente en la temporada invernal y es ahora cuando están empezando a recoger los frutos. A tiempo para llegar a la pelea por los títulos.
¿Quién le iba a decir a Hyundai Motorsport GmbH que, tras ser el último equipo en conseguir su victoria, sería también el primero en repetir? Pocos hubieran apostado por ello, pero lo cierto es que la alegría por el triunfo no era completa. Hayden Paddon y Dani Sordo siguen experimentando ciertos problemas con el i20 Coupé WRC, aunque lo cierto es que sus actuaciones en Argentina estuvieron marcadas por el infortunio y por el vuelco y toque con una roca que sufrieron respectivamente. Sus caras a la llegada a la meta de la Power Stage reflejaban los altos índices de frustración que ambos están experimentando, en el caso del neozelandés amplificado después del accidente en Monte-Carlo y los cambios que debe afrontar en los próximos meses en el asiento de su derecha. Ni él, ni el cántabro han conseguido hasta ahora terminar de amoldarse a su nuevo coche, cuanto antes mejor si quieren pelear por el campeonato de marcas.
Para Citroën Racing, ese precisamente no era uno de sus objetivos este año. Con sólo dos C3 WRC en carrera, las opciones de un buen resultado se reducían, si la fiabilidad sigue sin estar al 100% y Kris Meeke acumula accidentes/abandonos, la temporada puede ponerse muy cuesta arriba para el equipo dirigido por Yves Matton. Especialmente en el momento en el que el factor silly season se ponga en juego y comiencen a sonar para el equipo no sólo Andreas Mikkelsen, sino también un Sébastien Ogier que tendrá derecho a elegir de nuevo a finales de este año y, lo cierto, es que al galo no se le termina de ver totalmente satisfecho con su actual montura.
Tras México, Tour de Corse y Argentina, ha quedado patente que actualmente Kris Meeke está en disposición de ganar por prestaciones puras y velocidad cualquier rally. Sin embargo, sigue adoleciendo su irregularidad y una tendencia alta a cometer errores cuando va al límite. En más de una ocasión he escrito que Sébastien Ogier, al igual que su antecesor, Sébastien Loeb, es de los pilotos que tan sólo cometen un error al año. Una oportunidad. Si fallas más veces que ellos ya estás partiendo en desventaja. Ese es un mantra que tanto Meeke como Neuville deben tener claro si quieren llegar a ser Campeones del Mundo.
En Toyota GAZOO Racing están en un momento de impasse tras la victoria en Suecia. El equipo dirigido por Tommi Mäkinen ya tiene desde hace tiempo claro que su jefe de filas es Jari-Matti Latvala, mientras que Juho Hänninen ha sido relegado a un segundo plano tras haber llevado por completo el peso del desarrollo del Yaris WRC. Al ex de Hyundai se le veía ciertamente molesto en sus declaraciones durante todo el fin de semana, seguramente cansado de que su posición dentro del equipo se haya puesto en entredicho ante la aparición del primer nombre interesante en el mercado. La llegada de Lappi en Portugal aportará sin duda un soplo de aire fresco mientras se sigue trabajando en el desarrollo del coche sobre tierra.
En lo que respecta al WRC2, Habrá que ver cuánto dura la apuesta de Skoda por un campeonato en el que se han quedado solos. Como ya hemos visto en otras ocasiones, sin fabricantes rivales es difícil justificar una inversión de este nivel. A Peugeot ya le pasó… ¡Ah! Por último y no menos importante, es un placer tener de vuelta a Mads Ostberg. El noruego demuestra que cómo los grandes futbolistas, juega mejor de ‘libero’ sin seguir la disciplina cerrada de un equipo.