Se esperaba que fuera la cita europea más dura del calendario y finalmente se ha confirmado. El Rally de Italia-Cerdeña supuso un grato baile de líderes que mantuvo en vilo a los aficionados y a los propios pilotos, no siendo hasta el sábado que se empezaron a dilucidar quiénes iban a ser los grandes candidatos a la victoria. Por el camino, prácticamente todos los equipos perdieron a alguno de sus pilotos, siendo Citroën el mayor afectado, mientras que Tänak fue sin duda el principal protagonista con su primera victoria en el WRC.
Esapekka Lappi se dejó ver durante todo el fin de semana. En la pequeña mesa redonda realizada por el equipo Toyota GAZOO Racing en el hospitality del equipo pudimos ver que el más joven de los tres pilotos finlandeses de Tommi Mäkinen se encuentra sobrado de confianza, algo que ya se dejó ver en el pasado Rally de Portugal con los primeros puntos en la Power Stage. Aquí el mensaje era claro.
En sus declaraciones tras su primer scratch, más que informarle al ‘jefe’ que se podía competir perfectamente con sólo cinco marchas, Lappi mandaba un recado por si al tetracampeón le quedaba algún tipo de duda. Por el momento, aunque no está confirmado oficialmente, realizará todo lo que resta de temporada, incluido Australia, algo que por el momento es susceptible a cambios.
En otras ocasiones hemos destacado que no había habido claros vencedores en pruebas anteriores. En Cerdeña, los responsables de Toyota tuvieron una sonrisa durante todo el fin de semana en la boca. Y esto no era únicamente debido a lo prometedor de los cronos de Lappi, sino que Jari-Matti Latvala dejaba una vez más claro que está en disposición de volver a vencer esta temporada, aunque tengan que darse ciertas condiciones, como sucedió en la isla sarda. Los cronos realizados por Juho Hänninen pueden calificarse de positivos también. Sólo el problema con la dirección asistida le apartó de su mejor resultado del año. Scratch y liderato indiscutible, esta vez conseguido lejos de las superespeciales del jueves.
Sin duda, la gran derrotada está siendo Citroën Racing, afirmación que suena más rotunda si observamos los tiempos de Andreas Mikkelsen, del cual se esperaba que se dejara ver al volante de la montura francesa, pero que ni tan siquiera pudo estar regularmente entre los cinco primeros. Era comprensible, el Citroën C3 WRC no parece ser un coche con una rápida adaptación, tal y cómo se demostró con los resultados del equipo en las dos primeras pruebas. Llegados al ecuador de la temporada, la imagen de la firma de los dos chevrones sigue sin ser la de ese rodillo francés que se paseaba por los tramos del Mundial hace sólo una década y, desde luego, los pilotos están demostrando estar lejos del rendimiento del resto.
Es especialmente llamativo en el caso de Kris Meeke, el cual, más que una crisis de identidad, parece haber regresado a los albores de su carrera deportiva en el campeonato, años en los que sus constantes excesos de fogosidad le costaban asientos en formaciones oficiales. La decisión de Yves Matton parece un ultimátum. Ha llegado el momento de ejercer más presión sobre el norirlandés, hasta tal punto de saber si se termina de romper o si, por el contrario, renace cual Ave Fénix. La decisión de sustituirle por Mikkelsen en Polonia también es un mensaje para el propio Lefebvre: “no hemos obtenido los resultados que queríamos de ti durante esta primera mitad de temporada, pero nadie es intocable dentro del equipo”.
Lo cierto es que, los tiempos siguen sin aparecer, especialmente sobre tierra y ni la regularidad de los pilotos, ni la fiabilidad del C3 están demostrando estar en consonancia. Se puede esperar que sean competitivos sobre asfalto tras ver lo de Córcega (junto a México las únicas notas positivas en lo que llevamos de año) y siempre marcando las distancias, especialmente en el caso del particular Rallye de Alemania. Sin embargo, el resto del año puede convertirse en un absoluto vía crucis que termine de confirmar que algo salió mal en el nacimiento del último World Rally Car de los de Versalles.
La sensación para Hyundai tampoco fue plena. Los problemas de turbo de Dani Sordo le permitieron seguir en carrera, ya sin su prometedor inicio sobre la tierra italiana, cita que tradicionalmente no es una de sus favoritas, en la que comenzó en esta ocasión metido en la lucha por el podio. Sin embargo, el cántabro está teniendo mala fortuna en cuanto averías, especialmente cuando se mantiene con opciones de conseguir buenos resultados. En el caso de Paddon, la salida de pista el sábado en la que dañaba la suspensión y su fuerte accidente el domingo, terminaron por dilapidar la opción de frenar su racha negativa de 2017.
A ello, hay que sumar que Thierry Neuville no pudo sacar ventaja del negativo fin de semana de Sébastien Ogier. El belga se quedó sin opciones de victoria el sábado, después de perder los frenos y más de un minuto en la 12ª especial. Al francés de M-Sport le bastó con terminar por delante de él en la Power Stage para ir a Polonia a finales de este mes con la misma ventaja de puntos con la que contaba antes de llegar a Cerdeña. Positivo sí, tranquilizador no, ya que ha sido posiblemente uno de los fines de semana más grises que se le recuerde a Ogier en lo que llevamos de temporada, sólo pudiendo completar siete tramos de los 19 de los que constaba la carrera entre los cinco mejores tiempos.
Con Evans fuera de carrera por accidente y después del pinchazo sufrido por Sébastien Ogier, el cual acababa con toda opción de podio, Ott Tänak se convertía en el salvador del equipo con la que sería finalmente su primera victoria en el WRC. ¿La buena noticia para los de Cumbria? Que los tres pilotos han demostrado ser capaces de ganar, ¿La mala? Que su ventaja en ambos campeonatos no parece estar asegurada. La victoria perseguida, anhelada y merecida llegaba para el piloto estonio que en esta ocasión pudo llorar de felicidad. Otro más que se suma al club de la primera victoria en el que empezaban a escasear nombres después de que Meeke, Mikkelsen y Neuville ya engrandaran su palmarés.
En el resto de apartados, sin los grandes favoritos al triunfo, Jan Kopecký se llevó un nuevo trofeo más para Skoda, mientras que en JWRC, Nil Solans está dejando entrever ya tras dos pruebas que podemos estar ante otro español Campeón del Mundo Júnior, algo que ya consiguieron en el pasado, Dani Sordo y Solà.