Contra las cuerdas. Si Hyundai Motorsport esperaba que una nueva visita a la paradisiaca isla de Cerdeña le pudiera reportar los éxitos de las últimas ediciones, la carrera italiana demostró desde muy pronto que en esta ocasión tenía unos planes muy distintos. Como ya ocurriera en el pasado Rally de Portugal, el único consuelo fue un podio y algunos puntos en la Power Stage que no sirvieron para expiar las culpas después de un nuevo doble abandono que en buena parte recordó precisamente a lo acontecido en esa cuarta fecha del calendario.
Los datos no dejan lugar a dudas. Llegamos a falta de una prueba para el ecuador de la temporada (siempre y cuando no haya cancelaciones en el programa de 12 pruebas diseñado por el promotor y la FIA) y Toyota GAZOO Racing ya ha firmado tres dobletes en cinco fechas posibles, por si fuera poco, todos ellos encabezados por Sébastien Ogier, al que de no ser por el cero en el Arctic Rally finlandés podría estar ya disparado hacia su octavo mundial… y quién sabe si también de cara a cambiar la historia y dilatar su presencia en el Mundial también en 2022.
El francés llegó predispuesto a sufrir, incluso diciendo antes del viernes que prefería estar en casa que competir ese fin de semana. Seguramente mirando al cielo a la espera de esa lluvia que no hizo aparición hasta el domingo. Para entonces él ya era líder con una ventaja por encima de los 40 segundos y se encontraba gestionando su renta para lograr su cuarto triunfo en Cerdeña, una isla en la que llevaba sin ganar desde 2015 y en la que todavía recordaba lo mal que lo pasó en 2019 con aquella participación con el Citroën C3 WRC que a buen seguro tuvo incidencia en su decisión de no continuar con la firma de los dos chevrones.
El primer día, tuve que correr el riesgo de compensar la posición inicial. El segundo día fue fuerte y cuando Ott tuvo problemas, pudimos encontrarnos en el liderato, era una carrera diferente. Empecé a tratar de mantenerme inteligente para asegurar la victoria. El último empujón fue en el Power Stage y el único problema que tuvimos el fin de semana fue cuando intentamos cruzar el agua. En realidad, estaba bastante asustado en ese momento: tuvimos un fallo de encendido y perdimos cinco o seis segundos. Necesito comprobarlo, pero tal vez eso nos haya costado la victoria en el Power Stage. Pero 27 puntos se siente realmente bien desde aquí – Sébastien Ogier
Hizo una carrera a su estilo, y cuando vio que la debacle de Hyundai estaba empezando a gestarse, atacó para lograr los scratchs consecutivos que significaron en una mayor presión sobre los hombros de Dani Sordo y Borja Rozada que terminó con ese primer accidente del cántabro desde el Rallye de Alemania 2018. Andrea Adamo decía que no podía culpar a Sordo por el error, y está claro, como tampoco lo ha hecho públicamente con los realizados por Thierry Neuville y Ott Tänak en otras ocasiones, e incluso ha premiado su rendimiento con una renovación que no todos han entendido.
Brillante en su labor durante los últimos años, este fin de semana vimos algunas pequeñas grietas en su actuación, más por no haber conseguido todavía comprender cómo realmente se pueden tratar o ‘maltratar’ estos neumáticos Pirelli que en lo que se refiere a la velocidad. Quedó demostrado en esa tarde del viernes que pudo haber sacado algo más de renta de esa primera etapa y de su posición de salida, pero de todo se aprende y habrá que ver si las suspensiones que utilizó Neuville y que han sido desarrolladas para el Rally Safari, ayudan al equipo a tener algo más de fiabilidad en ese apartado en las siguientes citas.
Evans y Neuville, dos caras de la misma moneda:
Elfyn Evans por su parte ya sabe que el año será muy largo y que lejos de ‘agobiarse’ buscando la victoria, lo más importante frente a Ogier será mantenerse en el podio y esperar que se pueda repetir lo ocurrido en la prueba invernal. A prestaciones puras y siendo segundo a la hora de afrontar los tramos, será difícil que pueda marcar las diferencias que le sitúen al frente de la general, especialmente en un sprint final en el que tendrá mucho que decir las capacidades sobre asfalto de los contendientes. Si es el galés el que comete el error, los 11 puntos que actualmente tiene de desventaja pueden convertirse en un rally de diferencia.
Por parte de Thierry, lo mejor fue el resultado y el saber que se ha quedado como principal referencia de Hyundai Motorsport de cara al título de pilotos. 29 puntos de diferencia respecto a Ogier son muchos, especialmente si una y otra vez se desperdician las oportunidades que tienes para superar a los primeros clasificados. El belga no estuvo en la etapa del viernes y esto lo arrastró durante el resto del fin de semana, con otro susto incluido con el toque en la rueda trasera derecha que seguramente despertó los fantasmas de Portugal en su cabeza. No son los 57 puntos que ya pesan sobre Tänak, sin embargo, es una brecha que será difícil de reducir si Thierry sigue sin ganar rallyes. En cinco participaciones apenas ha conseguido 13 scratchs, uno de ellos en la Power Stage de Cerdeña, mientras que Tänak ya suma 22 y Ogier 23. Incluso Elfyn Evans ya acumula 17 a pesar de que ha adoptado un perfil bajo en este inicio.
Si miras hacia atrás al sábado y ves el tamaño de la piedra que golpeó, no creo que ninguno de esos coches pueda resistir eso. Es cierto que tal vez luchamos un poco más que Toyota en los pequeños daños en Cerdeña, tal vez esto sea algo para trabajar, pero el equipo está más enfocado en el coche nuevo y sabemos lo que tenemos que resolver para ser fuertes con él – Thierry Neuville
Ott Tänak y sus tres abandonos en cinco rallyes:
También el estonio debe empezar a encontrar un compromiso entre velocidad y fiabilidad. Si los dos últimos ceros no se pueden asociar a un error concreto en su pilotaje, parece evidente que está llevando al límite algunos elementos del Hyundai i20 Coupé WRC y hasta que no haya solución desde el departamento técnico, le tocará amoldarse a estos problemas tal y como hacen los pilotos Top. Aun así, su temporada ya está más que condicionada con tres abandonos en cinco rallyes, por lo que su objetivo principal debería ser el de tratar de frenar a los Toyota y ayudar al equipo a renovar el título de marcas por tercer año consecutivo, también muy cuesta arriba con eso 49 puntos de renta que tiene la firma nipona.
También ha cambiado mucho el panorama para Kalle Rovanperä desde el Arctic. El finés salía líder del Mundial, el más joven de la historia, y apenas ha tardado tres rallyes en decir prácticamente adiós a todas sus opciones. A 62 puntos del astro francés, será muy difícil pensar en recuperarlos por mucho que haya por delante dos citas que se pueden adaptar muy bien al joven de Toyota, Estonia y Finlandia. Duele aún más cuando no has sido responsable directamente del daño terminal. Toca hacer borrón y cuenta nueva, también para M-Sport, que tuvo un fin de semana para olvidar, comenzando por un Teemu Suninen que no tenía literalmente derecho al error después de lo sucedido en Monte-Carlo y que literalmente pareció repetir lo mismo.
El resto de categorías fue un verdadero reguero de abandonos y problemas, especialmente cuando vemos caerse a dos de los principales favoritos, Andreas Mikkelsen en WRC2 y Kajetan Kajetanowicz en WRC3. Huttunen se encontró prácticamente con la victoria y seguramente ha dado motivos para que Hyundai finalmente se siente con él y decida completarle el programa para este 2021 después de la suspensión a Ole-Christian Veiby. Mads Ostberg se quedó a las puertas del triunfo y esta frustración le hizo irse de la lengua con unas declaraciones desafortunadas… de ahí, a ser sancionado con 1.000 euros por los comisarios deportivos por comportamiento antideportivo tras su ‘palabrotas’ después de un fin de semana en el que hemos visto todo tipo de declaraciones en Moto GP con el asunto Quartararo (ejemplar en su forma de reaccionar a la sanción por el hecho de competir con el mono abierto) o en F1 con Verstappen, parece excesivo.
No me gustaría cerrar esta reflexión final sin alabar lo realizado por Pepe López y Jan Solans en WRC3. Nunca es fácil levantarte de un sinsabor como el de Portugal, rally en el que ambos llegaron a ser líderes y pudieron disfrutar muy poco de ello. Aquí, aunque Yohan Rossel parecía estar en una posición dominante, tanto el catalán durante el sábado (sabe a poco que su programa vaya a ser reducido este año), como el domingo de Pepe fueron excelentes demostraciones de que ‘los nuestros’ están no solo en el ritmo del Mundial, sino que además han llegado para ser competitivos también sobre tierra y quitarse internacionalmente ese San Benito de pilotos de asfalto. Buena parte de culpa la tienen las decisiones tomadas durante los últimos años por la RFEdA.
No, Cerdeña ya no es la isla del tesoro para Hyundai Motorsport… veremos si alguien tiene que empezar a andar por el ‘tablón de los condenados’.
