Cincuenta años de Rally de Portugal, 40 victorias de Sébastien Ogier en el Mundial y 30 aniversario del debut de Carlos Sainz en el WRC. Fue difícil saber quién salió satisfecho de Córcega y Argentina, sin embargo, en Portugal sí se vio claramente los que tenían razones para sonreír y quienes debían empezar a preocuparse. Los primeros que tenían motivos para estar contentos, eran los propios organizadores de la cita lusa, ya afianzada de nuevo en el note y demostrando que se puede hacer una carrera espectacular y al mismo tiempo tener a la turba de aficionados controlada. Los casi 20.000 aficionados que se dan cita año tras año en Lousada, sumado a la gran afición que muestra Montalegre, la cita del World RX, demuestra que el matrimonio entre nuestros vecinos y la afición española vive su mejor momento.
El otro que salía muy contento era Sébastien Ogier, el cual tras los problemas de los últimos rallyes, demostraba abiertamente que se encontraba satisfecho con el nuevo coche que había traído M-Sport para él en esta cita, el cual no dio síntomas de los problemas de fiabilidad mostrados anteriormente. El tetracampeón ya no tiene el apabullante dominio de antaño, pero sigue demostrando que su velocidad y constancia son difícilmente igualables en las especiales más largas, ocasión que aprovecha para marcar diferencias.
Y como decíamos antes, ya van 40 victorias, superando el ecuador que marca el récord de Loeb, con 78 triunfos y convirtiéndose desde este fin de semana en el piloto con más puntos de la historia del Mundial, beneficiado en gran parte por el cambio de reglamento. Nos quedó por ver qué hubiera pasado si Ott Tänak no se descuelga tan pronto porque el estonio estaba decidido a volver a ponerle las cosas difíciles a su compañero con las mismas armas.
Hyundai al fin consiguió el perseguido podio en Portugal, en esta ocasión por partida doble. El i20 Coupé sigue demostrando tener velocidad, aunque todavía no han encontrado cómo llevar la trasera más atada. El hecho de llevar la zaga demasiado suelta hace precisamente que los pilotos tengan la sensación de ir al límite (algo que se puede apreciar a simple vista), sin embargo, los tiempos en muchas ocasiones no terminan de salir. Neuville daba la señal de alarma en el primer bucle del viernes, dejándose mucho tiempo, nada más empezar y repitiendo una vez más que no sabía dónde había estado el problema.
El resultado global fue positivo para el equipo dirigido por Michel Nandan, no sólo por los dos podios, vitales para el apartado de marcas, sino también porque Neuville no se bajó del podio, y a pesar de no mantener su racha de victorias, consiguió superar el ecuador de la temporada a sólo 22 puntos de Ogier en el campeonato, apenas cuatro más que con los que llegaban al Rally de Portugal.
En cambio, Hayden Paddon sigue sin levantar cabeza. El neozelandés sigue teniendo como mejor resultado el quinto puesto de México y la frustración se hace cada vez más evidente. La llegada de Seb Marshall parece haberle servido en gran parte para hacer ‘reset’ con cuatro scratchs en los 19 tramos de los que constaba el Rally de Portugal 2017, sin embargo, la fortuna tampoco estuvo aquí de su parte.
La situación de Citroën Racing mejoró con la victoria de Kris Meeke en México, sin embargo, los errores de sus pilotos y algunas carencias que se aprecian en el C3 WRC ha llevado al equipo a tomar como una noticia ‘no tan mala’ el acabar con Craig Breen quintos, mientras los coches de Lefebvre y Meeke siguen acumulando abandonos. El irlandés sigue acumulando experiencia y terminando pruebas, superando tanto en rendimiento como en regularidad a Lefebvre, e incluso permitiéndose el lujo de estar por delante del teórico jefe de filas en la clasificación general. Normal que Yves Matton abriera al final la puerta a un posible test de Carlos Sainz, no sólo por el inmenso valor que puede ser tener al madrileño ‘sacándote defectos’, sino también porque ayudaría a redirigir el foco…
En Toyota, Juho Hänninen finalmente pudo tener un fin de semana sin incidentes y como premio logró ser el mejor clasificado del equipo, sin cronos deslumbrantes pero llevando el coche a meta. Sería Jari-Matti Latvala el que en esta ocasión sufriría la fiebre (ya le ocurrió a Juho en México), limitando el resultado que podría haber llegado a lograr de no ser por el problema de frenos que le llevó a volcar en la séptima especial. Por su parte, Esapekka Lappi acalló a los que pensaban que no estaba preparado para sentarse en uno de los nuevos World Rally Cars. A pesar de que no ha tenido un gran número de test, el Campeón del WRC2 y del ERC, demostraba no haber perdido ritmo de competición a pesar de llevar parado desde Australia. Su llegada ayudará a que Juho deje el papel de victima y demuestre definitivamente que merece seguir en un equipo oficial.
En el caso de Andreas Mikkelsen, el noruego ya estuvo en la otra cara de la moneda, consiguiendo su primera victoria en el Mundial de Rallyes gracias a un accidente de Sébastien Ogier en el Rally de Catalunya 2015, precisamente en la Power Stage. Su vuelco a falta de 10 kilómetros para terminar el rally y con 3 minutos de ventaja, no debería empañar una actuación que roza la perfección, más si tenemos en cuenta que en principio no se debe estar jugando el título de WRC2 con su compañero, Pontus Tidemand. El regreso de Teemu Suninen a la actividad es una gran noticia para M-Sport, demostrando que el Ford Fiesta R5 Evo2 puede estar al nivel del Fabia R5.